Ask any local and they’ll tell you Crete is the undisputed No1 foodie destination in Greece
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Una guía para amantes de la gastronomía en Creta

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HORA DE LEER
Mientras comes una ensalada Griega
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Pregúntale a cualquier lugareño y te dirá que Creta es el destino gastronómico número uno en Grecia.

Y una vez que estés allí, será difícil no estar de acuerdo. La combinación de montaña, mar y un sol más intenso que en cualquier otro lugar de Grecia hace que todo sepa mejor. Pero quizás los ingredientes más importantes son el amor (meraki, como se le conoce) y la creatividad presente en tantos platos cretenses. Al fin y al cabo, la comida es una forma de vida en la isla más grande de Grecia, junto con el resto de tradiciones cretenses.

Tomemos como ejemplo a las verduras silvestres. Los cretenses las comen casi todos los días, pero, aun así, logran que tengan un sabor diferente en cada ocasión, al preparar combinaciones simples pero llenas de inspiración. Si bien el condimento a menudo se limita a sal, pimienta y una rodaja de limón, el sabor no podría ser más completo. Y lo mismo puede decirse de los beneficios para la salud, ya que la cocina cretense es frecuentemente denominada la dieta mediterránea original, debido a la abundancia de frutas y verduras de temporada y aceite de oliva virgen extra.

Entonces, sin importar que tengas planeado para tu viaje a Creta (visitar las antiguas ciudades venecianas de La Canea y Rétino, conocer Heraclión o Agios Nikolaos, recorrer un pueblo en las estribaciones de las Montañas Blancas o el monte Ida, descansar en una taberna junto al mar o pasar un buen rato en un huerto de manzanas en la meseta de Lasithi...), prepárate para desfallecer de hambre mientras te tentamos y abrimos tu apetito con nuestra inigualable guía para amantes de la gastronomía en Creta.

Qué comer en Creta: los productos locales

De todos los productos locales que Creta prodiga a sus huéspedes, ningún otro captura su esencia como lo hace el aceite de oliva. Es el secreto de la longevidad de los lugareños (es rico en antioxidantes), reúne a familias y comunidades (especialmente en la época de la cosecha) y, sobre todo, tiene un sabor delicioso. En ningún hogar cretense que se precie faltará una botella o, más probablemente, una jarra de aceite de oliva de producción local.

Se dice que la asombrosa cantidad de 30 millones de árboles y dos tercios de la tierra cultivable de Creta están dedicados a la producción de olivas. Y no hace falta decir que la mayor parte es extra virgen.

Hay muchas prensas de olivas que puedes visitar, las cuales ofrecen catas de aceite de oliva y cuentan con guías que te explicarán por qué el aceite de oliva de Creta es diferente a cualquier otro en Grecia.

Una máquina de cultivo de hortalizas durante todo el año

Inicia una conversación sobre la comida cretense con un lugareño y te dirá que todos sus productos locales son especiales. Las hortalizas crecen en armonía con las estaciones: guisantes, espárragos, calabacines, fava (guisantes partidos) y otras legumbres desde principios de primavera; frijoles, pimientos, berenjenas, pepinos e hinojo desde mayo; tomates, patatas, calabazas y quimbombó durante todo el verano y bien entrado el otoño; y zanahorias, brócoli, remolacha, coliflor, espinacas y (sorprendentemente) aguacate en invierno. Y esto es solo una muestra.

Creta es una isla que nunca deja de sorprenderte. Sus algarrobos, por ejemplo, conforman el bosque natural más grande del sur del Mediterráneo, y la harina de algarroba cada vez está siendo más utilizada para la preparación de panes y pastas.

Desde árboles frutales hasta verduras de montaña

En cuanto a las frutas... no son solo los rayos del sol, sino también el paisaje y la tierra los que contribuyen a su sabor: naranjas con DOP de Maleme en La Canea, cerezas de Gerakari en Rétino, manzanas de la meseta de Lasithi, higos, uvas, tunas... Aquí hay de todo. Creta es el único lugar en toda Grecia donde se producen plátanos y mangos. El cultivo se realiza a escalas lo suficientemente grandes como para permitir la exportación o simplemente en huertos de frutas y verduras para un hogar o un restaurante.

Entretanto, las verduras silvestres (horta) han sido fundamentales en la dieta cretense durante siglos. Son consumidas no solo por su complejidad de sabores (amargo, dulce, anuezado…) sino también por sus beneficios para la salud (son ricas en vitaminas y calcio). Si ves a un lugareño inclinado en un campo, seguramente estará recolectando verduras silvestres o hierbas como salvia, orégano y tomillo. Hojas de remolacha, hojas de diente de león, orégano de Creta, stamnagathi (un tipo de achicoria) y una docena de verduras más son los protagonistas de platos cretenses o acompañamientos deliciosos, las cuales son secadas y servidas con nada más que aceite de oliva y un toque de limón.
Y el mismo tomillo de montaña que aporta tanta profundidad a los platos cocinados es igual de irresistible para las abejas que producen la mejor miel de tomillo de Grecia.

Productos cárnicos y lácteos

Aunque tradicionalmente se come con moderación, la carne ocupa un lugar privilegiado en la cocina casera y la comida de los festivales en Creta, especialmente la carne de cordero, pero también de cabra, cerdo y pollo. Los platos de ternera son mas escasos, pero los hay.

No obstante, el producto principal de ovejas y cabras que verás vagando por las laderas es el queso y el yogur. El rey de los quesos cretenses es el graviera Kritis (DOP).  Es duro, amarillo, picante y popular en toda Grecia. Lo puedes comer con pan o en un meze con aceitunas, tomates y vino.

La variedad de quesos cretenses es asombrosa: myzithra (un queso de suero similar al ricotta), xynomyzithra (literalmente, myzithra agria), pichtogalo de La Canea y xigalo de Sitía (ambos suaves, untables y de sabor penetrante) … anthotyro, kefalotyri, malaka, tirozouli. La lista continúa. Cuando estés frente al mostrador de quesos del delicatessen o supermercado, pide un poco para probar.

Y hay un producto lácteo secreto que le da un sabor único a tantos platos cretenses... la staka, un producto similar a la mantequilla clarificada y tradicionalmente hecho con crema de leche de oveja o de cabra. Es lo más parecido a la mantequilla que existe en la cocina tradicional cretense.
 

Embutidos tradicionales que inspiran nuevas recetas

Por último, pero no menos importante, están los embutidos, o allantika, como se les conoce. Destacan la synglina y el apaki: solomillo de cerdo salado, marinado en hierbas de montaña, aceite de oliva y vinagre, y luego ahumado. En el pasado se colgaban en las chimeneas de las cocinas (la única fuente de calor en las casas tradicionales de Creta) y se ahumaban lentamente para conservarlas durante los fríos meses de invierno. Los encontrarás en carnicerías y supermercados, y como ingredientes que iluminan nuevos y creativos platos en algunos de los restaurantes más modernos de La Canea, Heraclión, Rétino y Agios Nikolaos.

Getting ready for wine tasting experience in Heraklion, Crete

Qué comer en Creta: platos y dulces locales populares

Por supuesto, encontrarás todos tus favoritos griegos en tabernas y restaurantes: pastitsio, moussaka, souvlaki, keftedes (albóndigas), tzatziki y horiatiki (ensalada griega), pero una vez que conozcas los platos de la cocina cretense, no ordenarás algo distinto. A continuación, te presentamos algunos de los clásicos que se ofrecen en la mayoría de las tabernas.

  • Ensalada Dakos 

También conocida como koukouvagia (búho), dakos es la ensalada más conocida de Creta. Se trata de una cama de biscote de cebada ablandado (paximadi) cubierta generosamente con tomates picados y queso feta o mizithra desmenuzado, y condimentado con orégano. Tu plato de ensalada dakos puede o no tener olivas, pero definitivamente estará coronada con abundante aceite de oliva virgen extra.

  • Platos a base de verduras

Las hortopitakia son pasteles cuadrados pequeños rellenos de verduras silvestres, cebolla, hinojo, aceite de oliva y, tradicionalmente, queso myzithra (aunque encontrarás diferentes versiones en Creta) y las kalitsounia son pasteles pequeños de queso, también rellenos de myzithra. Se les puede rociar miel antes de servir para darle un toque dulce extra. Mientras tanto, los marathopites son pasteles delgados, redondos, parecidos a los panqueques, rellenos de hinojo. Y el boureki es una especialidad de La Canea, que consta de capas de patatas, calabacines (o calabaza en los meses de invierno), mizithra y menta.

  • Caracoles

Los cretenses son amantes de los caracoles y los cocinan de muchas maneras. Uno de los platos favoritos es el chochlioi boubouristi, que es tan delicioso como difícil de pronunciar. Los caracoles se fríen boca abajo (boubouristi significa boca abajo en el dialecto local) con aceite de oliva, romero y vinagre.  A menudo se agregan verduras silvestres hervidas como toque final.

  • Platos a base de pasta y trigo

Encontrarás muchas variaciones de pasta en Creta, pero si quieres probar una versión hecha tradicionalmente por amas de casa cretenses, busca las skioufichta makarounia. La harina y el agua se unen, se amasan y se enrollan en forma de salchicha larga y delgada. Luego se cortan, se les da forma de rizos del tamaño de un pulgar, se hierven en agua con sal y se sirven con nada más que staka (mantequilla clarificada) y queso kefalotyri o anthotiro rallado (o tal vez con salchicha frita o apaki). Es un plato sencillo y absolutamente delicioso. Otro sabor clásico cretense son los xinohondros (trigo triturado fermentado con leche agria o yogur, convertido en sopa), una de las formas más antiguas de conservar la leche, que en la antigüedad fue un alimento básico de pueblo.

  • Gamopilafo

Antes de pasar a los platos a base de carne, tenemos que hablar del acompañamiento más famoso de Creta: gamopilafo (arroz de boda en griego). No existe ninguna complicación al preparar el gamopilafo... es solo arroz cocido en caldo de carne, sazonado lo suficiente (pero no demasiado) y terminado con generosas cantidades de mantequilla staka. Es simple pero el sabor te hará cerrar los ojos por la satisfacción. Se sirve en bodas y festividades (con mucha carne), pero también lo encontrarás en restaurantes y tabernas.

  • Platos a base de carne de Creta

La Kreatotourta (tarta de carne en griego) es un pastel de carne. Generalmente, se prepara con carne de cabra o cordero hervida hasta separarse del hueso, que se vierte en capas intercaladas con una combinación de quesos (por ejemplo, anthotiro, xynomyzithra y graviera) en un molde cubierto con masa. Se agrega menta, condimentos, staka y parte del caldo de carne antes de sellar el pastel con una tapa de masa y se hornea. Por su parte, el Tsigariasto arni o katsiki es un plato a base de carne de cordero o cabra cocida lentamente en una cantidad generosa de aceite (el nombre proviene del sonido chisporroteante que hace), lo que permite que se ablande la carne sin perder sus bondades. Entretanto, el arni stamnagathi es un platillo a base de cordero cocinado con una de las verduras favoritas de Creta (ver arriba). Uno de los platos a base de carne más famosos de Creta es el antikristo, costillares y piernas de cordero o cabra clavados con un palo de madera y suspendidos junto (pero nunca sobre) un fuego de leña durante horas mientras se cocina lentamente. No hay espectáculo más digno de disfrutar con un par de vasos de raki que los pisos de antikristo colocados en círculo alrededor de una fogata al aire libre en un festival de montaña.

  • Dulces cretenses

Para finalizar el festín de platos cretenses, llegan los dulces clásicos. Los primeros en la fila son las kalitsounia o lichnarakia. ¿Recuerdas los pasteles de queso kalitsounia que mencionamos arriba?, obviamente estos pedacitos de cielo pastelero también tienen queso (mizithra), pero se les da un toque dulce con masa sabor a canela y miel mezclada con el queso. Se comen tradicionalmente en Semana Santa, pero son absolutamente adictivos, por lo que los encontrarás durante todo el año. Otro pastel a base de queso convertido en dulce por la miel (y un toque de menta) son los sfakianes pites, unos pequeños panqueques originarios de Sfakia, en el sur de Creta. En cuanto a los dulces festivos, los kserotigana son espirales de masa fina que se fríen ligeramente, luego se remojan en jarabe de azúcar y miel aromatizado con canela, y se sirven con nueces picadas. Y, por último, los loukoumades (aunque no son exclusivos de Creta), son un híbrido entre buñuelo y rosquilla, y se comen recién cocidos con una generosa cobertura de miel y nueces. Son el sabor de la infancia para muchos griegos.

Qué beber en Creta: Raki/Tsikoudia y vinos locales

El Tsikoudia (o raki) bien podría ser tu introducción a la gastronomía y bebidas cretenses. Es el equivalente al tsipouro de los griegos en el resto del país: un orujo (uvas trituradas con pieles y semillas) que sobra de la vendimia. Pero en Creta, el licor se conoce con el nombre de tsikoudia o raki. Y a diferencia de algunas versiones en otras partes de Grecia, nunca se perfuma con anís.

El Tsikoudia les da la bienvenida a los huéspedes en las casas de los lugareños, acompaña a los mezes al atardecer junto al mar, aligera las bromas de los lugareños en las cafeterías del pueblo y libera las emociones de las canciones populares en los pueblos de montaña. También reúne a las comunidades para el proceso de destilación (rakokazana), del cual puedes obtener una probada si visitas una destilería. Puede que las cubas de cobre sean más modernas en la actualidad, pero el proceso de destilación y el entusiasmo con el que los cretenses hacen su aguardiente favorito no han cambiado en nada.
 

Descubre los vinos locales

Los hallazgos en los palacios de los minoicos, la civilización cretense (la más antigua de Europa) que floreció alrededor del 3000-1450 a.C., demuestran que en Creta han estado elaborando vino desde hace miles de años, y que la viticultura se reguló bajo el dominio veneciano en la Edad Media. Pero el aumento de la reputación internacional de los vinos de Creta se debe más al conocimiento y las técnicas modernas de viticultura de la cosecha actual de los enólogos cretenses.

Los productos europeos básicos como Cabernet Sauvignon, Syrah y Sauvignon Blanc, refrescados por los vientos del Egeo en los meses de verano y protegidos por las montañas en el invierno, no tienen dificultades para crecer en el suelo de piedra caliza y el terreno montañoso de Creta (donde algunos viñedos están localizados a una altura de hasta 800-900 metros). Pero lo que hace que los vinos cretenses sean realmente interesantes es el compromiso de los enólogos con las variedades locales, entre ellas la uva blanca Vidiano y la uva tinta Liatiko (las uvas más comunes), así como con las uvas Vilana, Kotsifali, Mandilaria y Thrapsathiri (a menudo mezcladas), y las uvas populares que se encuentran en otros lugares de Grecia, tales como la Assyrtiko, que produce vinos blancos crujientes, perfectos para maridar con mariscos o meze de verano.

Alrededor de dos tercios de los vinos de Creta (en volumen) provienen de la región de Heraclión, que contiene cuatro regiones con denominación de origen protegida (DOP): Arjanes (vinos tintos) y Peza (vino blancos y tintos) en la carretera al sureste de Cnosos; Dafnes (vinos tintos) al suroeste en la carretera hacia Festo; y Malvasia Handakas - Candia (vinos blancos) a lo largo de ambas rutas. Seguir las rutas del vino de Heraclión es, sin lugar a dudas, una de las mejores experiencias en Creta para los amantes de la gastronomía y el vino.

Y donde sea que pases tus vacaciones en Creta, no tendrás que viajar muy lejos para encontrar un viñedo. Si estás interesado en descubrir la escena gastronómica y vinícola de La Canea, al oeste de Creta, hay viñedos familiares no muy lejos de la ciudad (un complemento perfecto a un recorrido de exploración por los pueblos de Apokóronas) y, en los alrededores de Rétino (que fue nombrada ciudad europea del vino en 2018), hay viñedos en Arkadi, Geropotamos y el monte Ida. Lasithi (al este de Creta) es el hogar de otra región con DOP, Sitía, con muchos viñedos para visitar. 

Tu lista de cosas inolvidables para hacer en Creta

Preguntas frecuentes sobre Creta, Grecia

Al ser uno de los mayores productores de frutas y hortalizas de Grecia, Creta es prácticamente autosuficiente. Se beneficia del sol más intenso de Grecia y su cocina a menudo se conoce como la dieta mediterránea original, una de las más saludables del mundo. Hay una abundancia de aceite de oliva virgen extra y sus productos lácteos (especialmente queso y yogur), así como sus frutas y verduras, se exportan al resto de Grecia y el mundo. Los platos locales de Creta son conocidos por su riqueza en sabor (a pesar de su simplicidad y sazón sutil) y el énfasis en la variación estacional. Tradicionalmente, la carne se consumía en pequeñas cantidades y en festivales. El vino de Creta también ha desarrollado una buena reputación en los últimos años, gracias a variedades de uva locales como la Vidiano y la Liatiko, que produce vinos tintos.

Creta es conocida por sus playas emblemáticas (como Balos, Elafonisi, Preveli y Vai) y algunos de los sitios de interés cultural más importantes de Europa. Entre estos últimos destacan los asentamientos minoicos en Cnosos y Festo, y los cascos antiguos venecianos de Rétino, La Canea y Heraclión, que son también los nombres de tres de las cuatro regiones de Creta. La cuarta prefectura (y la más oriental) es Lasithi, donde se encuentran Agios Nikolaos (la capital regional), así como Elunda y la histórica isla de Spinalonga, uno de los destinos de vacaciones de verano más populares de Creta. También es famosa por sus montañas y desfiladeros, entre ellos el desfiladero de Samaria en La Canea, una de las excursiones más emblemáticas de Europa. El Sendero Europeo de Gran Recorrido E4 atraviesa Creta.

La Canea y Heraclión cuentan con aeropuertos internacionales y hay un tercer aeropuerto más pequeño en Sitía (en Lasithi) solo para vuelos domésticos. El tiempo de vuelo a Atenas es de unos 55 minutos y a Tesalónica de aproximadamente 1 hora y 30 minutos. Si planeas visitar Creta en ferri, existen puertos en o cerca de todos los asentamientos principales a lo largo de la costa norte. Hay ferris diarios desde El Pireo a La Canea, Heraclión y Sitía, así como conexiones de ferri a muchas islas de las Cícladas y el Dodecaneso. En los meses de verano hay más conexiones de ferri, por ejemplo, los ferris que van desde Rafina, en el este de Ática (a unos 45 minutos del centro de Atenas), hasta Heraclión.