Sitía

Creta, sol, un mar resplandeciente, playas de ensueño, historias y leyendas: los elementos que conforman el ambiente de Sitía reúnen la belleza del pasado y el presente, garantizando unas vacaciones inolvidables. Disfruta de los cafés y las playas. Saborea las delicias de la cocina cretense, seguidas siempre de un buen tsikoudia (un aguardiente tomado como digestivo). Explora la fortaleza de Kazarma y el Museo Arqueológico, así como el famoso bosque de palmas datileras en Vai. Luego, revive los días de gloria de la antigua Itano. Y en la casa de Vitsentzos Kornaros (autor del poema épico Erotókritos), tú también hallarás tu musa.

¿Qué hacer en Sitía?

La histórica fortaleza de Kazarma

Kazarma (Casa di arma) —la fortaleza del castillo de Sitía— tiene una tumultuosa historia que contar. Desde la Edad Media hasta la época bizantina y más allá, la fortaleza fue demolida, reparada y reconstruida una y otra vez. Venecianos, piratas, otomanos, terremotos... todos y cada uno de ellos dejaron su huella en Kazarma. Y sin embargo, todavía está allí, sirviendo cada verano como sede de la Kornaria, una serie de eventos culturales.

Un paseo por Sitía

Los restaurantes, las cafeterías y el encantador paseo marítimo de Sitía te dan la bienvenida. Es una escena animada con tiendas, tabernas y bares. Visita el Museo Arqueológico y Folklórico, y después nada en la playa de arena al lado del centro de la ciudad.

Directo a la playa

Un poco más lejos están Makry Gialos, Kserokampos, Goudoura y Koufonisi. En todas estas playas podrás nadar, hacer snorkel y practicar otros deportes acuáticos.

El exótico bosque de palmas datileras en Vai

A unos 20 km al oeste de Sitía se encuentra uno de los lugares más espectaculares de Creta: un bosque de palmas datileras que cubre un área de aproximadamente 200.000 metros cuadrados. Cuenta una leyenda local que el bosque creció a partir de las semillas de dátiles arrojadas aquí por los soldados egipcios, los piratas sarracenos y el ejército del rey Mitrídates. Sin importar lo que decidas creer, lo que es seguro es que Vai es un rincón paradisíaco. Las raras palmas datileras (Phoenix Theofrasti), la arena dorada y el agua verde azulada le dan a Vai un aire exótico.

Glamour y gloria: la antigua Itano

Cerca de la playa, hay restos de una colonia erigida por los fenicios. La antigua Itano, cuyas ruinas se extienden sobre una colina arenosa, construyó su riqueza y poder a partir del comercio de púrpura de Tiro, un tinte para telas muy valorado. Fue una colonia próspera hasta los tiempos del Imperio bizantino, decorando sus edificios públicos y templos con hermosos mármoles, e incluso acuñando su propia moneda. Las incursiones de los sarracenos en el siglo IX marcaron el final de sus días de gloria. Hoy día puedes ver las ruinas esparcidas por todo el cabo.

El tesoro oculto de Sitía

El autor de Erotókritos

"En Sitía nació, en Sitía fue criado. Y allí trabajó duro para escribir todas estas palabras que has leído", escribió Vitsentzos Kornaros, el autor de la epopeya Erotókritos, quien nació en Sitía en 1553. Su poema romántico, escrito en verso rimado entre los años 1600 y 1610, es una obra maestra de la literatura griega.

Monasterio de Toplou

Construido en el siglo XVI, el Monasterio Toplou está situado a unos 9,6 km al oeste de la antigua Itano, en medio de un paisaje lunar de piedras y arbustos. Los otomanos le dieron el nombre de Toplou debido al cañón que solía mantener a raya a los piratas ("top" significa cañón en turco).

Los ingredientes puros y los dulces tradicionales de Sitía

Los productos puros y naturales del suelo de Sitía son especiales: el galardonado aceite de oliva virgen extra, la incomparable miel con sabor a tomillo, los deliciosos productos lácteos, la excelente tsikoudia, las hierbas y los pasteles tradicionales, muchos de los cuales solo podrás encontrar aquí. Prueba la sabrosa kalitsounia rellena de myzithra (un queso producido localmente), los koulourakia (bollos de masa madre), las loukoumades (donas rociadas con miel de tomillo) y los kserotigana (buñuelos dulces delicadamente envueltos que son un elemento básico en las bodas tradicionales de Creta).