- Lugares para visitar
- Cosas que hacer
- Planifica tu viaje
- Inspírate
- Más
- ATRÁS
- Islas Griegas
- Ciudades y Pueblos
- Lugares y Monumentos
- Destinos Costeros
- Escapes Naturales
- By region
- ATRÁS
- Dream away
- Ideas de viaje
Seca, descubierta y robusta. Así es Mani. La tierra del nopal, erizada con imponentes torres, pueblos de piedra, capillas bizantinas, encantadoras calas y cuevas asombrosas. La gente aquí es frugal y muy unida, y aún permanece fiel a los linajes y lazos familiares de siglos de antigüedad.
Protegiéndose en barricadas detrás de los riscos del monte Taigeto y siempre prestos para la batalla, los maniotas desarrollaron un poderoso sentido de autonomía que no rinde cuentas a nadie. Lo que ves hoy es solo lo que consideran permisible. No obstante, te sentirás abrumado por las imágenes de la auténtica Grecia porque aquí, en este rincón lejano del Peloponeso, todo es dramático y fascinante.
Son el símbolo de Mani. Estas fortalezas de piedra surgen de la tierra rocosa como si pretendieran colisionar con el firmamento. Su altura estaba directamente relacionada con su capacidad defensiva, pero también con el rango y posición social de la familia a la que pertenecían. Las construcciones fueron diseñadas acorde a la estrategia militar: sin ventanas y con aperturas mínimas, almenas y múltiples pisos. Cada detalle fue concebido para garantizar la máxima ventaja a sus defensores. Y su mampostería sobria y elegante fue producto del trabajo de generaciones de artesanos locales, quienes se inspiraron en la arquitectura militar bizantina.
En Mani serás testigo del legado de Bizancio en Grecia. Verás iglesias bizantinas en todas partes. Si bien en su mayoría son pequeñas y humildes, las iglesias son en su totalidad obras maestras de la arquitectura y bastiones de la fe inquebrantable. Sus exteriores son de ladrillo y piedra rojiza, y muchas de ellas poseen cúpulas hermosas, iconostasios de mármol tallado y relieves decorativos.
El cúmulo de torres que conforma este pueblo fortificado es uno de los más famosos en la península de Mani y un lugar de belleza infinita.
Aquí, los colores y formas van más allá de toda descripción. Los espeleólogos consideran que las cuevas de Dirou están entre las más importantes del mundo. La cueva en Vlyhada está abierta al público y se extiende a lo largo de 2,5 km, mientras que la de Alepotrypa ("agujero de zorro") estuvo habitada en el neolítico.
Al sur de Areopolis se encuentra el indescriptiblemente encantador, fotogénico y pequeño puerto pesquero de Limeni. Cuenta con un puñado de magníficas casas-torre, hoteles boutique excepcionales y tabernas de pescado exquisitas.
El camino termina en el cabo Ténaro, uno de los lugares más especiales del Peloponeso. La punta afilada de la península de Laconia, en Matapan, atraviesa el Mediterráneo como la lanza de un guerrero. Entretanto, el famoso faro de Ténaro advierte a los barcos de las costas rocosas. En el camino, un poco antes de llegar a Porto Sternes, las ruinas de un templo de Poseidón conforman los cimientos de Asómato. Y eso sí, no te olvides de las antiguas cisternas y el mosaico de guijarros. Un dato interesante: el cabo Ténaro es el segundo punto más austral de la Europa continental después de Gibraltar.
Si bien era una famosa guarida de piratas, el cabo toma su nombre de las bandadas de codornices (quaglio en italiano) que lo sobrevuelan cuando se dirigen hacia el sur. En su apogeo, la región fue un importante proveedor de estas exquisitas aves a Francia. Recuerda visitar la impresionante bahía de forma circular y el prominente castillo.
Teutrone fue uno de los puertos maniotas más importantes de la Antigua Grecia. Se encontraba en la costa este de Mani y servía al pueblo de Kotrona.
Todas sus necesidades de planificación de vacaciones en un solo lugar, lo que le permite reservar directamente y beneficiarse de las tarifas oficiales en línea