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El Dodecaneso, un archipiélago de doce islas en el extremo sureste del Egeo, forma un puente entre Europa y Medio Oriente. Dondequiera que vayas, encontrarás rastros de pueblos y culturas que han dejado su huella a lo largo de los siglos: jonios, romanos, bizantinos, venecianos, otomanos e italianos. Cada isla tiene su propia personalidad, pero todas ofrecen opciones de relajación, turismo y aventura, así como delicias culinarias, siempre con un telón de fondo de playas hermosas.
Ya sea que vengas con familiares o amigos, encontrarás la isla adecuada para ti. Algunas como Rodas y Cos, son extremadamente populares, mientras que otras como Kálimnos, Symi, Kastelórizo, Kasos, Kárpatos, Astipalea, Jalki, Lipsí y la volcánica Nísiros, transmiten un encanto virginal. Y luego está Patmos, la "Jerusalén del Egeo", conocida por ser el lugar donde San Juan escribió el Libro de Apocalipsis.
Te resultará difícil elegir una entre tantísimas playas. Todas son especiales a su manera. Si tienes ganas de descargar tus energías, podrás practicar submarinismo, snorkel y todo tipo de deportes acuáticos. O si, en cambio, buscas algo más tranquilo e íntimo, dirígete a alguna de las calas solitarias, donde podrás tomar el sol, nadar y relajarte.
En Rodas, las playas garantizan diversión para grandes y chicos: el tubing, el motociclismo acuático, el surf de remo y el windsurf van de la mano con una gran cantidad de chiringuitos animados. Elli, Ialyssos, Lindos, Agathi y Kiotari son las más destacadas, mientras que la mejor playa para hacer windsurf es Prassoni.
Las costas doradas de Kárpatos te impresionarán, en particular las galardonadas playas de Apella y Amoopi. Cos también cuenta con bellezas resplandecientes, donde podrás disfrutar de días ininterrumpidos bajo el sol. Pero si la tranquilidad es lo tuyo, entonces debes visitar Kálimnos, Lipsí, Tilos y Armathia (cerca de Kasos).
El Dodecaneso tiene una rica historia, visible en todas partes en forma de antiguas ciudadelas, castillos, museos de renombre e importantes monumentos y sitios arqueológicos.
Entre ellos se encuentran la acrópolis de Rodas (monte Smith) con su templo dórico y el antiguo estadio, la antigua acrópolis de Lindos, Ialyssos y la antigua Kámiros. En Kárpatos, visita las antiguas Vroukounda y Arkesia, así como los palacios de la Nísiros dórica en el cercano islote de Saria.
Dondequiera que vayas, tómate el tiempo para conocer las exposiciones y monumentos: en Rodas, visita el Palacio del Gran Maestre de los Caballeros, el Museo Arqueológico y el Acuario; en Patmos, pasa por la casa señorial que se ha convertido en una galería excepcional (la mansión Nikolaidis); y en Nísiros, no te pierdas el Museo Volcánico.
Museum on Nisyros.
Kárpatos es famosa por sus acantilados con vistas al gran azul y por sus hermosísimos senderos. Entretanto, Kálimnos es un imán para excursionistas y escaladores de todo el mundo, ya que cuenta con más senderos señalizados de los que jamás podrías completar y con 60 lugares de escalada de diferentes niveles de dificultad.
Rodas, la primera isla del Egeo en hacer vino, tiene docenas de viñedos que producen una plétora de vinos exquisitos. En los pueblos de la isla, te servirán platos salados y postres memorables. Una de las delicias más notables es la melikouni (una barra de sésamo con miel), servida en bodas y bautizos. En Kasos te deleitarás con el mizithra (un queso tradicional), mientras que en Kálimnos comerás mououri (cordero relleno de arroz) al mismísimo estilo de los dorios. Y en Symi, no te pierdas la oportunidad de probar los camarones fritos (pequeños, sabrosos y cubiertos de hojuelas de chile).