Si amas la cultura, ¿qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en Atenas? Sin duda, la Acrópolis, el símbolo eterno de la Edad de Oro de la ciudad bajo Pericles en el siglo V a.C ¿O tal vez son los ideales y la doctrina filosófica de Platón y Sócrates? Pero ¿y el teatro? Bueno, si eres un amante del drama, deberías experimentarlo en Atenas ya que es el lugar de nacimiento del teatro y, algo desconocido para muchos visitantes, la tradición continúa hoy en día con producciones clásicas y modernas que (especialmente si van acompañadas de supertítulos en inglés) pueden ser lo más destacado de tus vacaciones en la capital griega.
Las principales temporadas de teatro en Atenas son primavera/verano y otoño/invierno, con más de 50 producciones de obras que van desde el drama clásico griego antiguo hasta adaptaciones de maestros europeos como Shakespeare e Ibsen.
Los lugares únicos donde se desarrollan las funciones de teatro son la mitad de la experiencia, con el Teatro Nacional considerado uno de los edificios más bellos de Atenas (construido por el Rey Jorge I para ser el Teatro Real y diseñado por el legendario arquitecto Ernst Ziller a fines del siglo XIX), el Teatro Poreia (un punto relativamente moderno) y el icónico Teatro Pallas cerca de la Plaza Syntagma. Hay más de 70 salas de teatro en Atenas en total, así como otros lugares culturales icónicos que representan obras de teatro. El Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, el Centro Cultural Onassis y la Sala de Conciertos de Atenas (Megaron) tienen fantásticas salas de teatro con una basta reproducción de obras. No hay duda de que la mejor parte en términos de cultura teatral en el verano son: el Festival de Atenas y Epidauro, con producciones épicas en el Odeón de Herodes Atticus, producciones en otros lugares en Atenas y en el legendario teatro de la Antigua Epidauro (a 2 horas de Atenas en auto).
Todas las obras de teatro (incluidos los teatros especialmente diseñados) tienen supertítulos en inglés, aunque tendrás que buscar los programas en los sitios web oficiales para obtener más detalles. Pero lo que hace que ir al teatro en Atenas sea una experiencia verdaderamente única en la vida es que, mientras ves una obra, te pellizcas al pensar que lo estás haciendo en la ciudad donde todo comenzó.
Las raíces del teatro en Atenas se remontan al período Arcaico (siglos VII y VI a. C.) con los festivales de culto en honor a Dionisio (el dios de la fertilidad, el vino y la juerga) y los antiguos cantos griegos conocidos como ditirambos (una especie de himno basado en improvisaciones). Los recitales se convirtieron rápidamente en los favoritos del público y los bailarines principales de estas ceremonias ahora se consideran los primeros actores del mundo.
Eran tan populares que el líder de Atenas en ese momento, Pisistratus, mandó construir el Teatro de Dionisio en la ladera sur de la Acrópolis (considerado el primer teatro del mundo), en el que se llevó a cabo el Gran Dionisio (o Ciudad Dionisio) como parte del Festival Dionisíaco e incluyó concursos a la mejor tragedia basada en los cuentos de dioses y mitos.
En el 534 a. C. se registra la primera victoria en uno de estos concursos de Thespis, el intérprete más popular de su época y el origen del término thespian para actor. Un Thespis es la primera persona en aparecer en el escenario interpretando su propio personaje (a menudo improvisado) en lugar de que la historia sea contada exclusivamente por el coro, que en el teatro griego antiguo era un narrador principal en lugar de un grupo de canto. Aprovechando su éxito, Thespis llevó sus habilidades de actuación de gira, llevando disfraces, máscaras y otros accesorios por todo el país en un carro tirado por caballos. El resto, como ellos dicen, es historia.
Todo lo que se conoce sobre el teatro de hoy proviene de estos tiempos. La misma palabra, teatro, deriva de theatron (lugar de visualización), que describe a la audiencia en lugar del escenario. El skene era un pequeño edificio detrás del escenario donde los actores se cambiaban de máscaras y disfraces, dándonos con el tiempo la palabra escena. Tragedia viene de tragos (cabra) – en referencia al culto de Dionisio, quien típicamente era representado con un grupo de sátiros (mitad humanos, mitad cabras) que lo seguían – y odi (como en oda) que significa canción.
Los más grandes escritores de tragedia antiguos (Ayschelus, Sófocles y Eurípides) elaboraron sus obras a lo largo del siglo V a. C. hasta que, en el siglo IV a. C., apareció la comedia con escritores como Aristófanes como representantes de la llamada Comedia Ática.
Mientras tanto, un tercer tipo de drama griego antiguo, las obras satíricas (llamadas así por los sátiros de Dionisio), también evolucionaron como adaptaciones de tragedias. Realizadas durante el Festival Dionisíaco después de un grupo de tres tragedias, a menudo eran atrevidas y abiertamente sexuales (debido a los temas de la naturaleza y la fertilidad) y eran extremadamente populares. En su apogeo, en el siglo IV a. C., el Teatro de Dionisio podía albergar a una audiencia de 17.000 personas. Mucho más tarde, las obras satíricas de la antigua Grecia se convirtieron en la sátira de hoy.
Los romanos continuaron el legado del teatro griego antiguo en los siglos I y II d. C. con representaciones teatrales que a menudo se orientaban más hacia el tema de la política y la idea de ciudad y estado. Fue durante este tiempo que se construyó el Odeón de Herodes Atticus, todavía en uso como uno de los teatros icónicos de Atenas.
Sin embargo, durante los siglos siguientes, los períodos bizantino y otomano vieron un declive del teatro como forma de arte en Grecia, con la excepción de Creta y las islas Jónicas en el siglo XVI, que estaban bajo el dominio veneciano.
El teatro griego antiguo demostró ser un precursor del arte que floreció en Europa, con Italia desempeñando el papel dominante durante el Renacimiento y el período del romanticismo, que a su vez influyó en Francia, España e Inglaterra. Los movimientos del realismo, expresionismo y naturalismo siguieron como una evolución natural.
Para Grecia, la historia del teatro se retoma después de la revolución de 1821 contra los otomanos, tan pronto como Atenas se convirtió en la capital del naciente estado griego, el teatro comenzó a florecer nuevamente en el lugar donde fue inventado.
A medida que la ciudad se hizo más próspera a fines del siglo XIX, el teatro griego se volvió más organizado y se cultivó la creatividad en todas sus formas. Escritores, actores y directores ascendieron en la sociedad y se estableció el escenario moderno emblemático de la ciudad en la forma del Teatro Real (construido entre 1895-1901 y rebautizado como Teatro Nacional después de ser renovado en la década de 1930), sentando las bases para la escena teatral de la modernidad.
El siglo XX (especialmente después de la Segunda Guerra Mundial) encontró a Atenas con una gran cantidad de dramaturgos y escritores, hoy en día, los jóvenes directores y actores continúan la tradición que comenzó hace más de dos mil años y medio.
En otras palabras, si eres amante del teatro, ver una obra es una experiencia que no te puedes perder. Sería como perderte el recorrer Atenas.
Inspirador, ¿verdad? Hay muchas razones por las que ver una obra en Atenas es una experiencia inigualable (especialmente en un antiguo teatro griego), pero hacerlo en el lugar donde todo comenzó hace de Atenas un destino único para los amantes del teatro.
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