Un viaje por carretera de 8 días hacia Tesalónica y Calcídica

Siente la vibra de la ciudad

Sabrás casi de inmediato por qué Tesalónica es catalogada como un museo al aire libre. El complejo galeriano, el ágora romana, Bey Hammam, la iglesia de Agios Dimitris y otros lugares emblemáticos dan testimonio de la identidad multicultural y personalidad propia de la ciudad. Necesitarás más tiempo para visitar la histórica ciudad alta (¡una buena razón para volver!), pero no te vayas sin haber recorrido el paseo marítimo de punta a punta.

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El Museo Arqueológico de Tesalónica

Después de haber estado toda la mañana en la calle, te toca ahora estar bajo techo, específicamente en el interior de un edificio que constituye la pieza final del rompecabezas cultural que es Tesalónica. El Museo Arqueológico se encuentra entre los mejores del país y hace justicia al legado cultural de las dinastías macedonias. Busca el tesoro de Petralona (que data del tercer milenio), la estatua de Augusto (la estatua mejor conservada del museo) y la puerta de mármol de la tumba macedonia de Agia Paraskevi (la cual muestra cuan intricadas eran la artesanía y las costumbres funerarias macedonias).

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Más tiempo de playa y una cena en Paliouri

Si bien es probable que no te den ganas de irte, vale la pena continuar hacia el sur, donde a corta distancia te espera otra franja de arena dorada con una selección de deportes acuáticos en la playa de Hrousou (o Paliouri). Tu día termina en el pueblo con vista a la bahía, en medio de callejones pintorescos y con una cena tradicional en una taberna.

Cócteles al atardecer en Afytos

Después de almorzar, llega la hora de ir a la otra costa, específicamente a Afytos, un pueblo tradicional construido en una meseta llena de vegetación que domina el mar. Date un baño vespertino apenas llegues, pero eso sí, lo más destacado será explorar los callejones y disfrutar de un cóctel al atardecer en el distrito de Vrachos (que significa roca), con una vista privilegiada del mar desde las alturas.

El pueblo pesquero de Porto Koufo

Continuando hacia el sur, se llega a una joya escondida: la larga y tranquila bahía de Porto Koufo. La playa sin duda será tentadora, pero reserva tiempo suficiente para explorar el pequeño pueblo pesquero, protegido por la bahía natural y rodeado de pinos. Aquellos que deseen quedarse un día más tendrán a su disposición las maravillosas rutas de senderismo que conectan Porto Koufo con la cima del monte Kapros y Akrotiri Drepano.

La poco profunda y arenosa Vouvourou

Al viajar en dirección norte te encontrarás (de nuevo) con un par de playas destacadas. Las playas de Vourvourou y Karydi son bahías de arena bañadas por aguas exóticas y enmarcadas por rocas que han sido suavizadas por el viento y el mar. Estas playas poco profundas y arenosas son ideales para la práctica de deportes acuáticos, tales como surf de remo, kayak e incluso surf, cuando las condiciones son adecuadas. También puedes hacer ciclismo de montaña, si así lo prefieres.

Un viaje en bote hacia Diaporos

Justo enfrente verás una pequeña isla de ensueño a la que puedes llegar fácilmente alquilando un bote. Pronto descubrirás que es parte de un grupo de islotes. Tu único problema será elegir en cuál islote detenerte para bucear tranquilamente. Otra opción es llegar hasta allá en canoa.

Los productos locales de Nikiti

Tu día en el norte de Sitonia termina en pleno ascenso. Nikiti es un encantador pueblo en las laderas que cuenta con una playa muy animada. Hay una plaza principal a la sombra de los plátanos, así como cafeterías y tiendas tradicionales con productos locales. La miel de Nikiti es excelente y muchos lugareños la producen en sus colmenas.

Los productos del mar y el atardecer en Uranópolis

Cuando regreses a tierra firme irás directo a Uranópolis, donde una vez más te verás rodeado de vegetación y mar. Aquí serás además recompensado con vistas de los monasterios de Monte Athos. Antes de sentarte en una taberna y ordenar un plato de mariscos y pescado capturados el mismo día, visita la Torre Prosforios, construida por los venecianos en el siglo XIV. Las vistas del atardecer desde el puerto son sublimes.

Poniendo a prueba la “Física” en el Parque de Aristóteles

Aristóteles aparece con fuerza nuevamente en un parque dedicado a algunas de sus ideas más importantes. Encontrarás instrumentos (un prisma, discos ópticos, una brújula, un reloj de sol, refractores parabólicos y turbinas eólicas) que te darán información de primera mano sobre muchos de los fenómenos que Aristóteles trata en su obra "Física". Aquí además hallarás una estatua de este gran hombre.

Las tradiciones y los viñedos de Arnea

Tu última parada en Calcídica es un pueblo catalogado como monumento, totalmente auténtico en su arquitectura y costumbres. Arnea tiene una población de más de 2000 habitantes. Cuenta con un museo del folklore y es un lugar donde las tradiciones artesanales como el tejido se mantienen muy vivas. En los alrededores hay viñedos que te darán a conocer la creciente reputación de la región como destino vinícola. Una vez que saques tu primer corcho, querrás volver para hacer un recorrido vinícola por la región.

Una última probada de Salónica

Volverás a Tesalónica completamente relajado e inspirado después de todo lo que viviste. En la ciudad disfrutarás de una última muestra de su escena gastronómica antes de regresar a casa, lleno de recuerdos (y de algunos souvenirs cuidadosamente seleccionados).