
Cefalonia destaca entre las demás islas del mar Jónico. Es el lugar del que todos hablan. Amada por griegos y extranjeros por igual, Cefalonia es fotogénica como ninguna otra. No solo por la famosísima película del año 2001, La mandolina del capitán Corelli, sino también por su belleza, sus pueblos majestuosas y muchas otras atracciones impresionantes.
Argostoli, Lixouri, Fiskardo, Assos, Lago Melissani... ¡los nombres hablan por sí solos! La más grande de las islas Jónicas ha sido un lugar de vacaciones popular durante décadas, gracias a sus brillantes aguas azules, playas deslumbrantes y montañas de color verde esmeralda. Los habitantes de Cefalonia tienen la fama de ser los griegos más ocurrentes, siempre prestos para hacer un comentario divertido, regalarte una sonrisa y tenderte una mano amiga. Su actitud relajada frente a la vida es contagiosa. En poco tiempo te sentirás tan despreocupado como ellos.
Ubicada al límite de una bahía profunda, Argostoli es una ciudad con un atractivo singular que te atrapa apenas llegas a la plaza principal e interactúas con los lugareños (quienes en su mayoría son noctámbulos). Aprovecha las ofertas del mercado, pasea por las hermosas calles de lajas y bebe una copa del famoso vino Robola en cualquiera de los acogedores cafés y bares.
A medida que exploras la isla, encontrarás monumentos que datan del período del Protectorado Británico del siglo XIX. Y si quieres sumergirte en la cultura cefalonia de los siglos XV al XX, visita el destacado Museo Histórico y Cultural de Corgialenios (uno de los mejores de Grecia) y la extensa Biblioteca de Corgialenios. La capital de Cefalonia agregará un toque cultural a tus vacaciones.
Enos, la montaña más alta del Jónico, fue bautizada en honor al abeto griego (Abies cephalonica), el árbol que alguna vez la cubrió por completo y que no crece en ningún otro lugar del mundo. Fue declarado parque nacional en 1962 y es un área conocida por su riqueza en flores silvestres. También es el hogar de una especie muy particular de ponis, el Equus caballus.
Probablemente hayas visto alguna vez estas playas en afiches y películas, ya que figuran entre las más hermosas del Mediterráneo. Sus aguas exhiben toda una gama de tonos azules y verdes que chocan suavemente contra arenas blancas y guijarros lisos.
La que quizás sea la más espectacular de las playas de Cefalonia, Myrtos, está situada a los pies de un imponente acantilado de piedra caliza. Ahora bien, no puedes perderte a Petani ni Skala. Ni a Poros, donde el verde del bosque se refleja en el mar, intensificando su color.
Makris Gialos, cuyas aguas turquesas bailan al son de la música de los chiringuitos, transmite un aire cosmopolita. Y Xi, donde el verde pálido de las olas se funde con el rojo de las finas arenas, ofrece un cambio de ritmo inolvidable.
Mucha gente piensa que este pequeño puerto es el asentamiento más bonito de la isla y, a medida que te acercas, podrás darle un vistazo desde arriba. Construidas sobre una estrecha franja, las pocas casas que hay aquí abrazan la orilla y mantienen su carácter estrictamente veneciano en medio de un montón de plátanos de sombra, álamos, palmeras y olivos de gran tamaño. Dominando todo el paisaje, el castillo veneciano del siglo XVI te invita a subir para que lo veas más de cerca.
El pintoresco puerto de Fiskardo es sinónimo de perfección en miniatura, cuya existencia no es ningún secreto para marineros y propietarios de yates. No obstante, Fiskardo también tiene sus formas de cautivar a los marineros de agua dulce: los encantadores edificios del siglo XVIII, los cuales transmiten una sensación atemporal que trasciende el alegre bullicio de sus populares marisquerías y boutiques.
Los 50 tonos de turquesa del lago subterráneo Melissani son fascinantes. A medida que lo exploras en barco, piensas que estás flotando en el espacio. Cuando la luz del sol se filtra desde arriba, la caverna se convierte en una catedral. Y cuando tu barquero comience a cantar, escucharás las primeras notas melodiosas de una cantata de estilo italiano haciendo eco en las paredes. Será justo en ese momento en el que sabrás que estas en medio de experiencia verdaderamente celestial.
Érase una vez, había unas grietas rocosas llamadas “dolinas” que se tragaban el agua. La corriente que se generaba era tal que era utilizada para poner en funcionamiento dos molinos de grano. Nadie sabía a dónde iba el agua, hasta que un día un grupo de científicos decidió teñirla, observando más tarde que el tinte salía por el lago Melissania, al otro lado de la isla. Cefalonia está llena de fenómenos geológicos muy extraños.
Cefalonia es la isla perfecta para explorar en barco, con innumerables playas privadas y bahías de belleza excepcional, entre las que destacan Myrto y Makris Gialos. Cefalonia a su vez tiene a la disposición de los amantes de la acción y la adrenalina todo tipo de deportes acuáticos en sus grandes playas organizadas, donde podrás practicar kayak de mar y bucear en lugares impresionantes y llenos de sorpresas, tales como pequeñas cuevas abarrotadas de vida submarina.
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