Un recorrido a pie por la ciudad principal de Skyros

Se dice que al enterarse de la profecía de que su hijo moriría en la Guerra de Troya, la madre de Aquiles vistió a su hijo de niña y lo envió a vivir con las hijas del rey Licomedes en Skyros. Claramente, pensó que nadie lo iba a buscar en esta isla poco conocida ubicada frente a la isla de Eubea. 

Las cosas no han cambiado mucho para Skyros, que continua fuera del radar como siempre. Pero en ello se basa su fuerza. El mayor cumplido que se le puede hacer a su ciudad principal (que reúne la mayor parte de la vida de la isla) es que prácticamente no ha cambiado en décadas.

Quizás esto se deba a que, para llegar a Skyros, primero debes viajar a Kimi, en el este de Eubea, y desde allí realizar un viaje en ferry de 1 hora y 40 minutos. También se puede llegar por avión en 40 minutos desde Atenas. 

Coronada por un castillo veneciano, la ciudad es una extensa colección de casas como terrones de azúcar que caen por la ladera de la montaña, dándole (a distancia) una apariencia cicládica para una postal perfecta. Una vez que estás en la ciudad, encontrarás restaurantes, bares, boutiques y otras tiendas que emiten una energía especial durante todo el año.

Descubrirás tradiciones como el tallado en madera y la alfarería en las tiendas. La miel de la isla es suministrada por los apicultores locales, los quesos (feta, graviera y  el queso xinotyri que es agrio como el yogurt) de los productores lecheros, y las exquisitas  cabras y corderos servidos en las tabernas provienen de los pastores del lugar. Para degustar las especialidades en mariscos de la isla, pide espagueti de langosta - "astakomakaronada" - un trabalenguas literal). No te preocupes por cuánto comes... ¡lo quemarás con una caminata hasta el castillo en la cima de la colina!