

RESUMEN
La profundidad histórica del sitio arqueológico de Filipos es asombrosa. Entre el siglo IV a. C. y el inicio del primer milenio estuvo ocupada por Filipo II de Macedonia (padre de Alejandro Magno), fue testigo de la batalla que sentó las bases del Imperio romano y fue visitada por el apóstol Pablo, un evento que allanó el camino para la primera comunidad del cristianismo primitivo en Europa. Y más recientemente, en 2016, reclamó su lugar entre los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de Grecia.
Filipos, originalmente llamada Crénides, fue fundada en 360 a. C. como una colonia de Tasos, la isla al sur de Kavala (la ciudad más cercana en el noreste de Grecia). Fue conquistada en el 356 a. C. por Filipo II, quien advirtió su importancia en términos de recursos naturales (entre ellos madera, oro y plata) y erigió muchas de las estructuras que aún hoy nos maravillan, como el teatro y los edificios públicos y privados. Durante los siguientes siglos, floreció como una parada importante en la Vía Egnatia, la antigua ruta comercial que unía Europa y Asia.
Sin embargo, el mayor salto de la ciudad a la fama histórica se produjo con la batalla de Filipos, en el 42 a. C., cuando los ejércitos de Marco Antonio y Octavio derrotaron a los de Bruto y Casio, los asesinos de Julio César. La batalla marcó el final de la República romana y colocó a Filipos como piedra angular oriental del recién establecido Imperio romano. El emperador Augusto (el título que asumió Octavio) cambió el nombre de Filipos a Colonia Iulia Philippensis.
Al explorar el sitio arqueológico, apreciarás la transición de la ciudad de un asentamiento helenístico a una colonia romana, evidenciado en la expansión del teatro, la creación del foro (el ágora romana) y la proliferación de edificios fundamentales para la vida cotidiana antigua, como baños, cisternas y letrinas que tuvieron agua corriente.
También apreciarás las riquezas derivadas del comercio en la Vía Egnatia en la que se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Grecia romana.
El tercer capítulo de la historia de Filipos inició en el 49 o 50 d. C., cuando el apóstol Pablo predicó las palabras de la religión más nueva del mundo dentro de sus muros. Como consecuencia de ello, fue encarcelado brevemente, pero eso no impidió que Filipos se convirtiera en uno de los principales centros del cristianismo primitivo. Muchas iglesias fueron erigidas en los siguientes siglos y aún se pueden ver los restos de algunas de ellas, como las dos basílicas y la llamada Iglesia Octogonal, dedicada a San Pablo. Mientras caminas, literalmente volverás sobre algunos de los primeros pasos del cristianismo en Europa.
Filipos continuó ocupando una posición importante en el cristianismo bizantino, pero, tras los daños ocasionados por los terremotos e incursiones en los siglos venideros, su importancia disminuyó hasta que fue abandonada durante la época otomana, un destino que ayudó a preservar algunos de los más importantes (aunque poco conocidos) monumentos antiguos en Grecia.
LO QUE NO PUEDES PERDERTE
El sitio arqueológico de Filipos
El teatro
El teatro fue fundamental para la historia de Filipos. Fue encargado por Filipo de Macedonia a mediados del siglo IV a. C. y fue expandido en los siguientes siglos, durante el dominio romano, cuando se amplió la zona de asientos y se agregaron muros de contención para la construcción de un escenario de tres pisos. En los siglos II y III d. C., el escenario fue convertido en una arena para los Juegos Romanos, que incluían animales salvajes. Se construyó un muro para proteger a los espectadores de los animales, los cuales eran mantenidos en una cámara subterránea cerca de la orchestra. Aún hoy el teatro es utilizado para la realización de espectáculos durante el Festival de verano de Filipos.
Las iglesias
Solo quedan el caparazón o los escombros de dos basílicas (A y B), pero aún puedes imaginarlas como eran en su época de gloria, cuando fueron construidas al estilo de las iglesias bizantinas de Constantinopla. Lamentablemente, ninguna basílica duró mucho. La primera fue destruida por un terremoto poco después de su construcción en el siglo V d. C., mientras que la segunda colapsó antes de su dedicación en el siglo siguiente. Por todo eso, las partes que aún permanecen en pie (entre ellas una enorme entrada arqueada) ofrecen una visión fascinante de la arquitectura de las iglesias paleocristianas (basílicas de tres naves, techos abovedados y pilares) junto con elementos de diseño como atrios y frescos.
La pieza central de la herencia cristiana de Filipos es el Complejo Octagonal con su iglesia del siglo V d. C., la cual parece cuadrada desde afuera, pero en realidad es octogonal en su interior. Fue construida en el sitio de una iglesia más pequeña del siglo IV, que, a partir de los motivos y otros restos, sabemos que estaba dedicada a San Pablo.
La prisión de San Pablo
Si no fuera por el letrero que dice “Prisión de San Pablo”, fácilmente podrías pasar por alto esta pequeña cámara con paredes de ladrillo parcialmente en ruinas. Se cree que fue una cisterna de agua romana, pero (como lo demuestran los restos de frescos en la pared) se convirtió en una pequeña iglesia después del encarcelamiento de San Pablo.
El foro
Como todas las ciudades griegas antiguas, Filipos tenía un mercado. De hecho, tenía dos, ya que el Foro Romano se construyó junto al ágora griego original. A partir de los restos de los edificios alrededor de una plaza abierta, puedes hacerte una idea de lo que era este bullicioso centro administrativo y comercial. Los restos pavimentados de lo que se cree que es una sección de la Vía Egnatia original lo hacen aún más evocador. Hay muchas inscripciones en latín que dan vida a las ruinas.
El Museo
Ubicado en el sitio, el Museo Arqueológico de Filipos se divide en dos niveles. El primer piso está enfocado en las épocas entre la prehistoria y el dominio romano (aquí se exhiben esculturas, jarrones, monedas y joyas). Por su parte, el segundo piso está dedicado al legado cristiano de la ciudad (revelado en la forma de jarrones, monedas y otros artefactos) desde el período paleocristiano hasta el declive de Filipos en el siglo VII y su eventual abandono al inicio de la ocupación otomana.
Baptisterio de Santa Lidia de Tiatira
Muy cerca del sitio arqueológico se encuentra la iglesia dedicada a Santa Lidia, quien, inspirada en el sermón del apóstol Pablo en el 49-50 d.C., eligió ser bautizada en el río Zygaktis, convirtiéndose en la primera mujer en ser bautizada. Este hermoso baptisterio octogonal fue construido en 1974 junto al río, donde previamente existía un baptisterio al aire libre. El 20 de mayo de cada año se lleva a cabo una ceremonia de bautismo de adultos en el sitio, a la que los visitantes son bienvenidos.
¿Cómo puedo llegar al sitio arqueológico de Filipos?
- Puedes llegar a Filipos por carretera desde Kavala (16 km, 25 minutos), en el noreste de Grecia, o Tesalónica (160 km, 1 hora y 50 minutos).
- Tanto Kavala como Tesalónica tienen aeropuertos (con vuelos de Atenas a Kavala y vuelos nacionales e internacionales a Tesalónica).
- Existe un servicio de autobús público regular (KTEL) entre Tesalónica y Kavala. Más información
¿Cuál es el mejor momento para visitar el sitio arqueológico de Filipos?
- Filipos y las áreas circundantes (incluidas Kavala y la isla de Tasos) no son demasiado concurridas, incluso durante los meses pico del verano. Por tanto, puedes disfrutar de estos destinos en cualquier época del año.
- Durante los meses de verano, es recomendable visitarlo por la mañana o por la tarde para evitar el calor del mediodía.
- La primavera y el final del verano/otoño son épocas ideales para disfrutar del campo.
¿Cuánto tiempo necesitas para visitar el sitio arqueológico de Filipos?
- Necesitarás de 2 a 3 horas para explorar todo el sitio y el museo, que están abiertos de 8:30 a 15:30 todos los días y de 8:00 a 22:00 durante los meses de verano.
- Está cerrado los días festivos nacionales.
Más información aquí
¿Cuánto cuestan las entradas de Filipos?
- Las entradas cuestan 6 € (rebajadas 3 €) durante el verano. Las entradas rebajadas son válidas para todos los visitantes del 1 de noviembre al 31 de marzo.
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- El sitio está mayormente descubierto y es bastante amplio, así que usa ropa adecuada para la temporada y zapatos cómodos.
- Al igual que con cualquier sitio arqueológico al aire libre, vale la pena revisar las condiciones climáticas antes de tu visita.
- El museo es apto para visitantes con discapacidad.