
Festo, el palacio de Hagia Triada y Kommos son algunos de los sitios arqueológicos del período minoico más importantes de Creta. Erigidos en los albores de la civilización en Europa, estos imponentes monumentos te transportarán a una época en la que la historia y el mito se confunden. Viajarás a un pasado más reciente en Mátala, donde sus famosas cuevas talladas junto con su hermosa playa esperan por ti. Aquí volverás a vivir el esplendor de los años sesenta. Los hippies pusieron este pequeño pueblo de pescadores en el mapa y le dieron un lugar en la historia cultural moderna.
El Palacio de Festo está situado en una colina que domina la fértil llanura de Mesará, limitando con el monte Psiloritis (la montaña más alta de Creta y una de las más impresionantes de Grecia) y el monte Asterousia. Cuenta la mitología que estas tierras fueron gobernadas por la dinastía de Radamanto, hijo de Zeus y hermano del rey Minos. De hecho, Festo fue uno de los centros más importantes de la civilización minoica y el más rico y poderoso del sur de Creta.
Festo comenzó a florecer a principios de la Edad del Bronce, a mediados del segundo milenio antes de Cristo. El primer palacio fue construido alrededor del 1900 a. C. y todo el complejo cubría unos 18.000 metros cuadrados, siendo un poco más pequeño que el palacio de Cnosos. Alrededor del año 1700 a. C., un gran terremoto destruyó ambos palacios. Sin embargo, un nuevo e incluso más imponente palacio fue erigido en su lugar. La mayoría de los edificios reconstruidos que verás pertenecen a este segundo palacio. Las excavaciones han revelado secciones del primer palacio, así como un templo dedicado a la Gran Madre Rea que data de principios del período arcaico.
Los minoicos no revelan sus secretos fácilmente y el disco Festo es un buen ejemplo de ello. Fue descubierto en 1908 y ha sido estudiado desde entonces por docenas de destacados lingüistas, arqueólogos y criptógrafos de todo el mundo, quienes aún no logran descifrarlo. Se cree que data del siglo XVII a. C. y está exhibido en el Museo Arqueológico de Heraclión, uno de los museos más importantes de Grecia.
Los niños de las flores que hicieron famosa a Mátala en todo el mundo regresan todos los veranos para asistir al Festival de Playa Mátala, celebrado en esta hermosa playa de arena con cuevas talladas. Como era de esperarse, la historia del área se remonta mucho más atrás en el tiempo. Mátala fue en un principio el puerto de Festo, sirviendo luego a Gortina hasta comienzos del período bizantino. No se sabe con certeza quién esculpió las cuevas en la roca blanda, pero está claro que hubo gente viviendo en ellas desde la prehistoria hasta los tiempos de la primera cristiandad. Hoy día, estos vestigios de una época pasada conviven con un próspero pueblo vacacional lleno de hoteles, cafeterías, bares, restaurantes y tiendas.
Muy cerca se encuentran las playas de Kokkini Ammo (Red Sand) y Kommos, la cual es conocida por ser un sitio de anidación de la tortuga boba. Sumérgete en sus aguas prístinas y profundas, y disfruta de toda una gama de deportes acuáticos. Y no te pierdas la puesta de sol en Livykos, justo detrás de Paximadia, las dos pequeñas islas ubicadas en el golfo de Mesaras.
Cerca de Festo, a orillas del río Geropotamos, se encuentra uno de los lugares más bellos de Creta. Allí verás la finca real o el pequeño palacio minoico de Hagia Triada. Construido alrededor del 1600 a. C., se trata de un importante monumento minoico en el que han sido desenterrados artefactos de valor incalculable. Los arqueólogos debaten si Hagia Triada fue la casa de verano de los reyes de Festo o si, en cambio, fue utilizada como residencia temporal mientras se reconstruía el palacio principal tras la destrucción del original.
El sitio arqueológico está situado sobre la enorme playa de Kommos. Entre los años 1650 a. C. y 1250 a. C., Kommos fue el puerto que sirvió a los palacios de Festo y Hagia Triada. Los arqueólogos descubrieron el antiguo pueblo costero, incluyendo muchos edificios públicos que probablemente eran almacenes o cobertizos destinados a brindar protección a la flota minoica frente a los embates de los elementos.
Emplazado en medio de un paisaje salvaje y árido, el monasterio Odigitria-Agiofarango es uno de los más antiguos de Creta. Está rodeado por un muro alto, con una torre fortificada conocida como la Torre de Xopatera. Una vez que salgas del monasterio, dirígete a la garganta de Agiofarango para disfrutar de un fantástico paseo a través la belleza salvaje.
Al descender al desfiladero, llegarás a la iglesia de Agios Antonio, que otrora constituyó un centro de ascetismo para los muchos ermitaños que vinieron aquí, a quienes el desfiladero debe su nombre. Un poco más abajo encontrarás la cueva de Goumenospilios.
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