Los suburbios del sur de Atenas te invitan a viajar al gran azul, donde el verano nunca termina
A pocos kilómetros de Atenas, el paisaje urbano abre paso a complejos hoteleros sin igual. Este hermoso tramo de costa de aguas verde azuladas, playas organizadas y calas rocosas, está repleto de complejos hoteleros cinco estrellas, spas, paseos marítimos, puertos deportivos, windsurfistas y veleros. Gracias a su clima ideal, la Riviera de Atenas te hará sentir como si estuvieras en unas interminables vacaciones de verano.
El viaje a los suburbios del sur arranca en Fáliro y te lleva hasta Sunión. Una manera fácil y sin complicaciones de llegar a la costa es tomar el tranvía que conecta Atenas (desde la plaza Síntagma) con los suburbios del sur. La ruta T3, que va desde Fáliro hasta Voula, es la forma más divertida de conocer la costa. En el camino encontrarás barrios costeros y destinos llenos de atractivos por explorar: Alimos, Glyfada, Voula, Vouliagmeni, Varkiza, Lagonissi, Saronida y Anavyssos son los lugares perfectos para darse un chapuzón, ir de compras, comer y mucho más.
En este rincón de Atenas encontrarás calas rocosas y playas organizadas de aguas color esmeralda, perfectas para darse un chapuzón. Ciertamente no hay escasez de arena o de Banderas Azules en los tramos de costa como Playa Eden en Mavro Lithari, ni en las playas de Vouliagmeni, Varkiza, Anavyssos y Kochilia (Lagonisi), y ni tampoco en las otras playas de la región. Aquí podrás practicar deportes acuáticos como la vela, e incluso jugar una partida de golf en el moderno Glyfada Golf Club. Las tabernas tradicionales y los restaurantes gourmet sirven pescado recién sacado del mar. La música no se detiene en ninguno de los innumerables bares de playa y discotecas exclusivas, donde bailarás descalzo en la arena hasta el amanecer. El sol brilla y las risas resuenan todo el año.
Si eres un fanático de la vela, la Riviera de Atenas tiene muchos puertos deportivos desde donde puedes partir hacia las playas y pueblos del Peloponeso (Loutra Oraias Elenis, Korfos, Epidauro), Sunión y las islas cercanas a Atenas, Hay puertos deportivos completamente equipados en Flisvos, Faliro-SEF, Alimos, Glyfada y Vouliagmeni.
En la punta de esta costa sin igual se encuentra el cabo Sunión, donde admirarás el Templo de Poseidón, uno de los monumentos más importantes de la antigua Grecia. La energía del paisaje es indescriptible, inspirando mitos y leyendas. Aquí es donde Egeo, rey de Atenas, saltó a la muerte, pensando erróneamente que había perdido a Teseo, su único hijo, a manos del Minotauro en el laberinto. Todas las noches, los rayos del sol juegan a las escondidas entre las columnas de mármol, y luego se hunden en las aguas para agregar brillo al mar.
Y finalmente, al caer la noche, disfrutarás de la vida nocturna de la costa: los bares de playa en Alimos, Glyfada, Vouliagmeni y Varkiza están repletos de personas que disfrutan sus cócteles favoritos mientras crean nuevos recuerdos de verano. Bienvenido a la Riviera de Atenas, un lugar donde el verano nunca termina.
1. Templo de Poseidón
Una visita a Sunión es más que una simple excursión. Cuando llegas al templo de Poseidón, situado en la cima del acantilado en el cabo de Sunión, dejas atrás a las multitudes y te conviertes en uno con los dioses. Siente la energía de este paisaje, bañado aún de esa misma luz que lo cubría en tiempos inmemoriales. Este es un lugar de mitos y leyendas. Fue aquí, en el extremo sur de Ática, donde se construyó el templo dórico de Poseidón en el 440 a. C. (casi al mismo tiempo que el Partenón), un monumento que se alza orgullosamente sobre los dominios del dios de los mares.
2. Lavrio
El puerto de Lavrio, al este de Atenas, tiene una larga historia de 4.000 años de antigüedad estrechamente relacionada con la actividad minera. Descubre las minas del siglo XIX y los antiguos túneles de minería de plata. Admira el complejo de edificios industriales de la antigua Compagnie Française des Mines, en lo que ahora es el Parque Tecnológico y Cultural perteneciente a la Universidad Técnica Nacional de Atenas. Visita el palmeral y el Museo Mineralógico, ubicado en un edificio que data del año 1875. En el camino a Sunión, cerca del pueblo de Kamariza, encontrarás el "caos", un impresionante fenómeno geológico de acantilados de tonos de gris y naranja con una profundidad de 55 m.
3. Limanakia Vouliagmenis
Salta de las rocas y sumérgete en aguas cristalinas en lo que parece una cala privada, al ritmo de la energizante música del bar de playa.
4. Lago Vouliagmeni
Un milagro de la naturaleza: aguas color esmeralda que permanecen a una temperatura de entre 20 y 29 grados centígrados, rodeadas por rocas rojas. Estas aguas termales naturales con cuevas submarinas laberínticas se formaron a raíz del colapso de lo que fue —en tiempos prehistóricos— una cueva enorme. Fueron declaradas monumento natural y pertenecen a la red paneuropea de espacios naturales protegidos Natura 2000.
5. Playas suburbanas
La estrella de la Riviera de Atenas es la sofisticada Asteras Vouliagmenis, con lujosas tumbonas, canchas de voleibol y una infinidad de opciones gastronómicas. Desde 1959 es considerada la playa para ver y ser visto. Otras playas estupendas que se encuentran en estas costas son Loubarda, Agia Marina, Iliopoulos, Mavro Lithari, Eden y Saronida.
Los fanáticos de la navegación podrán descubrir numerosas calas y bahías explorando el mar cerca de Atenas. Los puertos deportivos de Ática son el punto de partida perfecto. Puedes encontrar puertos deportivos en Zea, Flisvos (considerado digno de rivalizar con el de Mónaco), Faliro-SEF, Alimos, Glyfada y Vouliagmeni.