Prepara tu cubeta porque estamos a punto de llenarla con algunas de las mejores experiencias que vivirás cuando visites Rodas, y la arena es solo una pequeña parte.
¿Cuánto crees que sabes sobre Rodas? Bueno, permítenos ayudarte a ver la isla más grande del Dodecaneso bajo una luz completamente nueva. Y lo mejor de todo, las experiencias que te proponemos aquí se disfrutan mucho más lejos del bullicio y del calor de los meses de verano.
Viaja en el tiempo visitando el Casco Antiguo medieval
Por supuesto, es el primero de la lista. Hay algo sobrenatural en el Casco Antiguo de Rodas. No solo porque parece un escenario de una película sobre justas de caballeros, sino porque está tan vivo hoy como lo fue en la Edad Media. Imagínate estar en la calle de los caballeros. En un extremo está el Palacio del Gran Maestre y, en el otro, el Hospital de los Caballeros (actualmente alberga el Museo Arqueológico).
A lo largo del camino empedrado hay posadas donde los caballeros alguna vez bebieron, rezaron y conspiraron. Toda la ciudad es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tómate tu tiempo para explorar los pequeños callejones y los barrios otomanos y judíos. Y cuando hayas terminado, busca un restaurante que ofrezca comida tradicional griega modernizada, para que disfrutes una experiencia completa.
Asómbrate en Lindos y la Bahía de San Pablo
Lo primero que debes hacer cuando llegues a Lindos es dirigirte al sitio arqueológico, pasar las fortificaciones venecianas y subir a la acrópolis de la colina dedicada a Athina Lindias. No solo para admirar la historia, sino también para contemplar a tu alrededor. ¡Guauu! Delante de ti está el eterno azul del mar Egeo, y detrás la ciudad de Lindos (con sus laberintos de tiendas, bares, tabernas y hoteles que pronto explorarás). Y allí, a tu derecha, está la Bahía de San Pablo, una bahía semicerrada que te invitará a nadar en ella. O tal vez sea el lugar que escojas para ir a tomar una copa por la noche. ¡Piénsalo, estar frente a un templo del año 300 a. C. mientras tomas un cóctel al atardecer!
El Valle de las Mariposas y el Parque Rodini
De junio a septiembre de cada año, un pequeño milagro alado de la naturaleza tiene lugar en Rodas. Millones de mariposas de la especie Panaxia de colores vibrantes revolotean para alimentarse de la savia del árbol Zitia y poner sus huevos. Por esta razón tenemos el bien llamado Valle de las Mariposas, donde podemos admirarlas. Pero por favor, debes andar con cuidado y ayudar a preservar a estas delicadas criaturas. Hablando de escapes naturales, cerca del Casco Antiguo se encuentra el Parque Rodini, que posee varios senderos, estanques de agua, plátanos de sombra y otras zonas verdes. Es un lugar ideal para un picnic.
Recorrido por los pueblos y visitas a los castillos
Si realmente quieres escuchar el latido auténtico de Rodas, tienes que dirigirte tierra adentro... a los pueblos. Puedes pasar un día recorriendo los pueblos cercanos. Está Embonas, en las laderas del Monte Attavyros al oeste, que es un pueblo de cultivo de uva (que se explica más adelante). Si estás aquí en la época correcta del año, verás uvas pasas secándose al sol. También encontramos al elegante Monolithos, con sus casas de piedra y su castillo medieval en una colina (la vista es increíble, especialmente al atardecer).
Al sur, está Vati (con vistas panorámicas de los pueblos de los alrededores, una hermosa plaza para tomar café y rutas de senderismo) y Lachania (con sus puertas y ventanas de color azul claro, portones tallados en piedra y techos de tejas). Para terminar, dirígete a Charaki para cenar frente al mar bajo las estrellas con el castillo iluminado en el fondo. ¡Celestial!
Una inesperada tradición vinícola
Después de ver los viñedos en las faldas del monte Attavyros, te interesará saber que el vino en Rodas se remonta al siglo VII a. C. Hay numerosas bodegas que puedes visitar y que ofrecen experiencias de degustación de vinos donde conocerás más sobre las uvas blancas autóctonas Athiri y Muscat y las rojas Mandilaria y Amorgiano. Dos de las etiquetas de Rodas poseen la Denominación de Origen Protegida. Y si tu visita coincide con la cosecha de uva al final del verano, mucho mejor.
Dulces, miel dorada y otras delicias irresistibles
Los rodios usan la comida como expresión de su gran generosidad. Después de todo, toda esa vegetación produce una gran cantidad de excelentes productos locales, especialmente los alimentos básicos mediterráneos, como el aceite de oliva, tomates y otros vegetales y una variedad de trigos que se complementan con hierbas silvestres y verduras. Tienes que probar pitaroudia (delicados buñuelos de garbanzos), hojas de parra rellenas y carnes cocinadas a fuego lento con trigo bulgur. Y luego está la miel, que ha inspirado toda una gama de delicias, como la melekounia (barras de sésamo y miel) y el turrón. Así que no olvides ir al Museo de las Abejas de Rodas. Es el único en Grecia y uno de los más grandes del mundo.
Un paseo en bote a las playas para buceo
Es hora de un chapuzón. Si hay un regalo que debes darte, es ir al hermoso puerto de Mandraki, junto al Casco Antiguo, o a la excelente Marina de Rodas, cerca de la costa, y alquilar un bote con un capitán para el día. A lo largo de la costa hasta Lindos hay fantásticas playas y lugares para nadar
Comenzando con la larga extensión de arena y piedras finas en la playa de Kallithea (con un recorrido por la costa a los manantiales de Kallithea, donde te encantará la sensación art deco y los mosaicos de piedras).
En la playa de aguas verdes y azules de Anthony Quinn Beach (llamada así debido a que el actor estadounidense se enamoró de la bahía durante el rodaje de Guns of Navarone). Y, finalmente, a las largas extensiones de fina arena en Tsambika y Agathi.
La Isla Verde que a veces no es una isla
Por último, te enviamos al extremo sur de Rodas, a Prasonisi. La Isla Verde (como se traduce su nombre) es una extraña creación de la naturaleza. En invierno es una isla y en verano una península, conectada por dos franjas de arena. De cualquier forma, es un paraíso para los amantes del surf y del windsurf. Pero no te preocupes si no eres surfista. La playa tiene dos lados. Hay para todos... como Rodas.
Vacaciones en la isla de Rodas
Si hay una sensación que permanece cuando visitas Rodas en los meses más tranquilos, al inicio y al final del verano, es toda la magia e historia medieval, y todos esos sabores, escapes y pueblos auténticos que están en todas partes en la isla más brillante de todas.
