¡Corfú, la diva que acapara los reflectores!

Codiciada y apreciada durante siglos por todos los que la visitan o eligen quedarse, esta radiante estrella del mar Jónico te permite disfrutar de su atención y vivir la elegancia atemporal en una experiencia vacacional muy moderna.

Pregúntale a cualquiera sobre Corfú y con el rostro radiante y brillo en los ojos te hablará de la isla con afecto efusivo y entusiasmo desenfrenado, tal y como si reviviera una memoria de una querida estrella de cine o un cantante de su infancia. Hoy, con la notable influencia de diversas culturas que van desde la griega, romana, veneciana, francesa y británica, su valor no ha hecho más que aumentar.

Es un destino atemporal que te ofrece una realidad verdaderamente cosmopolita, un abundante sol y toda una colección de playas fotogénicas, así como los más ricos tonos de verde en la naturaleza que complementan a sus aguas cristalinas. Y todo esto dentro de una cautivadora mezcla de influencias y diversas formas de mirar el mundo.

Solo la capital cuenta con una sucesión de vistas y experiencias que simplemente deben estar en la lista de cualquier visitante. El casco antiguo, con sus estrechas calles empedradas, es un paraíso digno de una postal; la Fortaleza Antigua y la Fortaleza Nueva dominan el paisaje desde un promontorio rocoso, custodiando a sus ciudadanos; y los numerosos museos y galerías ofrecen una pista del magnetismo que ha atraído a escritores y artistas a lo largo de los años.

Esta isla tiene muchas otras maneras de deleitarte y cautivarte. El hermoso ayuntamiento, los espléndidos jardines ideales para un paseo tranquilo por la tarde, los campanarios que reviven las memorias de su pasado veneciano, el ritmo conmovedor de las bandas musicales, la famosa extravagancia de las canastas de Pascua, y el festival de San Espiridón y los apasionados gestos de fe que genera en los feligreses son solo algunos de los encantos corfiotas. 

Apenas hay tiempo para recuperar el aliento antes de aventurarse a ir más allá para ver el impresionante palacio de verano del Aquileón, construido por la emperatriz "Sisi" como un clásico homenaje a Aquiles. Además están la pintoresca Isla Ratón —una imagen que llega a la mente de todos cuando piensan en Corfú —, la asombrosa iconografía de las iglesias y monasterios, los castillos y templos que dan testimonio de una larga y rica historia, los pintorescos pueblos escondidos en las laderas con una maravillosa e incongruente vista de un partido de cricket, y los paisajes ondulantes de pequeños y encantadores claros de bosques inundados de flores silvestres y olivos plateados.

Incluso hay un parque acuático para los jóvenes de espíritu, llamado Aqualand, cuyas atracciones harán que tu sangre se acelere y tus pelos se pongan de punta, ¡claro, si es que no los has perdido todos ya en el camino!

Cuando hayas terminado con todo esto, lo único que te queda es sucumbir ante la majestuosidad de su costa, probar la fusión de la gastronomía griega y veneciana, de la cual los lugareños están muy orgullosos, y luego ir a uno de los famosos locales nocturnos para bailar hasta el amanecer la melodía de una isla que solo descansa tomando una siesta a la sombra.

Está garantizado que en Corfú disfrutaras del verano en su máximo esplendor y, como viajero moderno, te enamorarás de la diva que acapara los reflectores tanto como —o quizás incluso más que— aquellos que te precedieron.