Paros

La compleja, rica y multidimensional Paros tiene la capacidad de hacer todos tus sueños realidad. Si lo que deseas es pasar tus días nadando, playas conocidas y desconocidas de todos los tamaños esperan por ti. Si lo que persigues es el viento, aprovecha al máximo las condiciones ideales para la práctica de windsurf y kitesurf en los sitios mundialmente famosos de la isla. Si lo que buscas es vivir un cuento de hadas en las Cícladas, embriágate con el olor a jazmín y buganvilla, recorre el laberinto de callejones escondidos en Parikia y disfruta de tardes tranquilas en los pequeños puertos deportivos de Nausa. O si en cambio lo que quieres es subir el volumen, dirígete entonces a los animados bares y clubes de playa, donde disfrutarás de cócteles exóticos y música a todo volumen tanto de día como de noche.

Y si lo que deseas es viajar en el tiempo, visita la iglesia de la primera cristiandad más importante del Egeo: la impresionante Panagia Ekatontapiliani (la iglesia de las 100 puertas). O sube al castillo veneciano en el puerto y visita la carretera bizantina en Lefkes.
Sin importar cómo llegues aquí, sin importar lo que tu corazón desee, una cosa es segura: ¡Paros lo tiene todo!

¿Qué hacer en Paros?

"Paria Lithos", el famosísimo mármol de Paros

Duro y dúctil al mismo tiempo, el mármol de Paros es único en su tipo, gracias a su transparencia y pureza características. Algunas de las obras más conocidas que fueron esculpidas en este fabuloso material incluyen la Venus de Milo, Hermes de Praxiteles, la Nike de Delos, el Templo de Apolo y el Tesoro de los Sifnios en Delfos.

Kolymbithres: esculturas hechas por el viento y el mar

Arenas doradas adornan rocas de granito que han sido talladas por el viento y el mar en formas increíbles. Estas obras escultóricas del mar —llamadas Kolymbithres por los lugareños— podrían ser la encarnación del sueño de un artista.

Nausa: de la piratería a la fiestas

Es difícil de creer que el puerto deportivo de Nausa haya sido alguna vez una guarida de piratas. La música que resuena en los bares, el movimiento perpetuo de las mesas y sillas de los restaurantes, y las multitudes de jóvenes que viven cada noche al máximo se combinan para crear un ambiente de película.

Deportes acuáticos con fuertes vientos

Los juegos con el viento en el estrecho que separa a Paros y Antiparos de Naxos no tienen fin. Los fuertes y constantes vientos crean el destino soñado de los amantes de los deportes acuáticos, especialmente el kitesurf y el windsurf. Paros ha sido sede de torneos internacionales durante años. Y si aún no eres un experto, puedes tomar clases en Chrysi Akti o Pounta.

Playas como ninguna

Desde calas escondidas hasta playas organizadas, los famosos lugares para darse un chapuzón en Paros tienen muchos rostros. Chrysi Akti, Santa Maria, Pounta, Kalogeros y Kolymbithres: la elección es casi imposible pero cada una te garantiza experiencias emocionantes que permanecerán grabadas en tu corazón.

El tesoro oculto de Paros

El monasterio de Ai Yiannis Detis

El tiempo se ralentiza en Ai Yianni Detis. La tranquilidad y el encanto del blanco monasterio impregnan toda esta bahía de Paros. Aquí podrás nadar, caminar y contemplar el paisaje.

Lefkes: un patio lleno de paz

La cal y el mármol dirigen esta sinfonía de blancos. Lefkes fue la primera capital de Paros, cuyas casas fueron construidas sobre la colina cual asientos en un anfiteatro. Aquí coexisten la arquitectura cicládica, los edificios neoclásicos y los hoteles boutique. Conduce hasta el aparcamiento y bájate de tu coche. Luego, pasea por los tranquilos callejones y admira los patios cubiertos de flores. No olvides pasar por la carretera bizantina, un camino de 1.000 años de antigüedad pavimentado con mármol, construido para conectar Marpissa con Parikia.

Los extraordinarios pueblos de Marpissa y Prodromos

Ubicados en el interior de la isla, ambos pueblos merecen una visita. En Prodromos, un techo abovedado y un campanario te dan la bienvenida. Admira la belleza de las casas cicládicas antes de dirigirte a Marpissa, un pueblo del siglo XVI con molinos de viento e iglesias tradicionales.