Vacaciones de otoño en Grecia

El otoño es un momento muy especial en Grecia. El campo se llena de luz, el mar se mantiene lo suficientemente cálido como para que puedas nadar, los complejos hoteleros están más tranquilos y la tierra ofrece abundantes aceitunas y uvas. Es un momento para disfrutar de los contrastes entre tonos rojos y naranjas a medida que los árboles cambian de color y la naturaleza cobra vida.

Septiembre es el mes de cosecha de la uva, por lo que es el momento ideal para visitar las bodegas más modernas de Grecia. Un mes después (hacia fines de septiembre y principios de octubre), trata de averiguar quién está haciendo raki con las pieles y los tallos de las uvas en Creta.

Y bien entrado el otoño —en los meses de octubre y noviembre— los lugareños recolectan sus aceitunas. ¿Qué tal si te quedas en una granja preparada para el agroturismo y ayudas con las tareas? Verás que, para los griegos, la cosecha de aceitunas es un asunto de la comunidad.

Destinos populares de otoño

Este es el momento de descubrir la otra faceta de unas vacaciones en Grecia. El otoño es la época del año más tranquila es las islas cosmopolitas, y es el momento ideal para alargar tu estadía en la ciudad e incluir en tu itinerario una visita a las islas cercanas a Atenas. O quizás prefieras pasar un fin de semana en una de las verdes islas de las Espóradas.

Dirígete a las largas playas y los espesos bosques de Eubea o escala el Pelión, donde podrás combinar placeres de playa y montaña. El otoño también es perfecto para navegar en los mares Egeo o Jónico, ya que los vientos del norte se calman después de agosto.

El otoño da vida a los lugares más románticos de Grecia: Nauplia y Naupacto con sus castillos y puertos venecianos, y la localidad fortificada de Monemvasía. Es hora de hacer una caminata por los viejos senderos de las islas y tierra firme y rendir homenaje a las maravillosas iglesias y monasterios bizantinos que se encuentran en toda Grecia.

Si eres un urbanita, el otoño es ideal para conocer Atenas y Tesalónica. En esta época del año, ambas ciudades recuperan sus ritmos y espíritu únicos. Explora a pie, haz compras hasta desfallecer, sumérgete en los fabulosos museos y galerías de vanguardia, asiste a una obra de teatro o un concierto... y, sobre todo, explora la escena nocturna. Sin importar lo que hagas, lo harás como un griego más.