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Más de 60 playas repartidas a lo largo de 44 km de costa, junto a tabernas familiares y restaurantes especializados en platos modernos y creativos, luchan entre sí para captar tu atención en Skíathos. El pueblo principal irradia vida día y noche, mientras la exuberante vegetación te implora que salgas a explorarla. Podrías pasar una semana entera recorriendo playa tras playa, comiendo, paseando por el pueblo, haciendo un viaje en barco, practicando senderismo, andando en bicicleta, buceando, sumergiéndote en lo más destacado de la cultura... y aun así te quedaría mucho más por descubrir.
Entonces, a continuación, te presentamos un itinerario de seis días que abarca desde las playas más emblemáticas hasta los rincones más tranquilos. Puedes seguirlo al pie de la letra o elegir las experiencias que más llamen tu atención. Prepárate para descubrir lo mejor de Skíathos usando el pueblo principal como base.
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Localizar el corazón de Skíathos no toma mucho tiempo. El pueblo principal (o Hora) es conocido por tener un ambiente festivo y animado, tanto de día como de noche. Sus puertos dan la bienvenida a todos los que llegan en ferri (desde el puerto de Volos y Mantoudi en el norte de Eubea, durante todo el año, y desde Agios Konstantinos, durante el verano), velero o yate desde otras islas del archipiélago de las Espóradas. Además, en las afueras del pueblo, hay un aeropuerto que recibe vuelos directos desde el extranjero y desde Atenas (40 minutos).
El aura cosmopolita de Skíathos emana día y noche de las tiendas, cafeterías y bares de Hora. Te encantará la belleza instagrameable de los rincones escondidos del pueblo y las casas de tejas rojas (sobre todo las casas de capitanes en el distrito de Plakes). Perderte en los estrechos callejones de Hora será de lo más destacado en tus vacaciones, al igual que lo serán la calidez de los lugareños y la variedad de tiendas y restaurantes nuevos e interesantes, en especial aquellos ubicados a lo largo de la costa.
Alexandros Papadiamantis, una de las figuras literarias más importantes de Grecia, nació en Skíathos en 1851. Su casa, situada cerca del puerto, ha sido conservada como un museo dedicado a su vida y obra. Allí te espera la humildad de sus muebles, entre ellos el escritorio en el que trajo al mundo una serie de clásicos de la literatura. También hay una colección de manuscritos, muchos de los cuales giran en torno a su amor por Skíathos (en especial por las playas de la isla).
Si hay una parte de Hora que encierra dentro de sí el ambiente del resto de la isla, esa es Bourtzi, una pequeña península arbolada que separa el puerto del resto del pueblo. Allí encontrarás los restos de una fortaleza del siglo XIII y un edificio que otrora albergaba a una escuela primaria y que ahora es hogar de un centro cultural. Busca la cafetería que sirve cócteles y tapas. Y por las noches, bajo la luz de la luna, el Egeo te regalará una vista especialmente romántica.
Podrías visitar Skíathos muchas veces y no agotar sus riquezas en cuanto a playas se refiere. Hay más de 60 y casi todas están a poca distancia del pueblo. Muchas de ellas cuentan con tabernas y una amplia gama de actividades que te mantendrán entretenido todo el día. Tienes dos opciones, ser muy selectivo y visitar las que más te gusten o partir desde la costa sur hacia un recorrido playa por playa.
La playa de Koukounaries es un símbolo, no solo de Skíathos, sino de toda Grecia, debido a sus finas arenas de tonos dorados, sus hermosas condiciones para nadar, sus chiringuitos y sus tres clubes de deportes acuáticos. Está situada en un entorno de gran belleza natural, caracterizado por una llamativa vegetación que se extiende hasta la costa. Detrás de la playa hay una laguna arbolada, el lago Strofilia, que brinda cobijo a aves locales y migratorias (podrás ver unas u otras dependiendo de la época del año en que visites). Da un paseo por la laguna antes de enfocar tu atención en toda esa perfección playera.
Si bien puede que resulte difícil de creer, aún queda más por descubrir en la costa sur, así que es hora de continuar con tu viaje. Troulos es otra franja costera de arena dorada y agua cristalina colocada ante un telón de fondo de pinos. Encontrarás tumbonas y sombrillas, así como lugares con sombra natural donde podrás sentarte y volverte uno con el entorno. ¡Es imposible resistirse al aroma a pescado a la brasa que emana de la taberna!
Estamos en presencia de otra hermosa playa de arena que transmite buena energía. Aquí hay una animada escena de chiringuitos y un centro de deportes acuáticos (el primero en abrir en la isla), el cual recibe aprendices y expertos por igual. Vale la pena quedarse hasta el final del día para disfrutar del fantástico atardecer.
Otro día, otro monumento natural. Hoy dejarás las carreteras por el mar, ya que tomarás un barco hacia la famosísima playa de Lalaria, así como hacia otros lugares accesibles solo por mar. Si tu viaje no incluye comida y bebida, entonces abastécete de productos locales antes de partir.
Viajando en dirección sur desde Skíathos se llega a los islotes de Arkos y Tsoungria. Allí serás recibido por más vegetación (más que todo eucaliptos) y, como era de esperar, por playas que aparentemente compiten para superarse entre sí. Ubicada en una bahía protegida, la playa principal de Tsoungria es larga y arenosa, y cuenta con una pequeña iglesia (Agios Floros) que puedes visitar. Y si alquilaste tu propio bote, entonces dirígete a Arkos (justo enfrente del pueblo principal), cuya fantástica y pequeña playa está cubierta prácticamente en su totalidad por vegetación. Esta playa tiene además un chiringuito/restaurante y un cúmulo de sombrillas elegantes.
Al fin llegamos a Lalaria... situada en la costa norte y distinguible por sus suaves guijarros de color blanco perlado, sus vistas panorámicas de las aguas azul verdosas del Egeo y su espectacular acantilado. Si crees que has estado aquí antes, es porque Lalaria ha sido reseñada en una infinidad de artículos de revista sobre las 10 mejores playas del mundo. No hay otra forma de llegar aquí que no sea en barco. Y, como era de esperar, la sensación de escape que transmite es de otro mundo.
Es hora de disfrutar de todos esos increíbles paisajes de una manera diferente. Skíathos no es solo árboles, sino también colinas, por tanto, es el escenario perfecto para pasar el día haciendo senderismo o ciclismo de montaña. Y si no puedes resistir la tentación de lanzarte al mar, aprovecha al máximo las aguas super claras que rodean a la isla practicando submarinismo en los innumerables lugares para bucear. Realizar cualquiera de estas actividades te tomará todo el día, así que elige la que más te interese.
Casi dos tercios de Skíathos están cubiertos de vegetación y sus 243 km de caminos y senderos la convierten en una de las mejores islas griegas para practicar senderismo. En total, hay alrededor de 25 caminos señalizados de diferente longitud y dificultad, por lo que encontrar una ruta que se adapte a tu nivel no es para nada difícil. La mayoría son fáciles de recorrer, pero es ideal ir acompañado de un guía que te señale los aspectos culturales más destacados y te lleve a algunas de las playas más remotas. En el norte de la isla, hay una gran ruta de alrededor de 2 horas que conecta los monasterios de Evangelistria y Kechria. Lo más destacado de cualquier caminata es encontrar el lugar ideal para hacer un picnic, en medio de toda esa vegetación y con una vista panorámica del Egeo.
Ya que tocamos el tema de las colinas y los senderos de montaña, es importante mencionar que una forma de aprovechar aún más tu estadía en la isla es pasar un día haciendo ciclismo de montaña. En el pueblo se organizan recorridos con guía —por ejemplo, el recorrido hacia Kastro en la costa norte (ida y vuelta de 18 km)—, que te llevan por un viaje off-road a través de bosques de pinos y a lo largo de rutas más tranquilas. Es una forma de sentirse aún más cerca de la naturaleza. Puedes hacer arreglos para que te siga un vehículo de apoyo, si así lo deseas.
Ya seas un experto o un principiante que solo sepa hacer burbujas, tendrás a tu disposición lugares fantásticos para bucear en la periferia de Skíathos, la mayoría de los cuales goza de gran visibilidad. Hay una plétora de centros de buceo que ofrecen todo el equipo y experiencia necesarios para explorar los arrecifes e incluso las islas deshabitadas en los alrededores de Skíathos.
Después de haber conocido las playas del sur, hoy te espera otra experiencia placentera en la costa norte. Tu recompensa será descubrir playas menos visitadas y más remotas, del tipo que ofrecen un escape salvaje y están acompañadas de una pequeña taberna que hace que quieras quedarte allí toda la tarde.
Tu primera parada es un par de playas de ensueño, situadas a mitad de camino a lo largo de la costa norte. Aselinos Grande y Aselinos Pequeña se encuentran a ambos lados de la bahía del mismo nombre. Y detrás de ellas se alza el monte Kounistra, el cual enriquece el paisaje mientras te relajas en el agua o paseas entre las playas. La arena amarilla y la taberna no te decepcionarán.
Agistros parece una pequeña pepita de oro que descansa en un entorno de color verde esmeralda. Es una maravillosa cala de arena con una taberna a orillas del mar. Para llegar, tienes que sortear los obstáculos que presenta el descenso de 200 metros hasta la playa. Allí serás recibido por un par de filas de sombrillas que se mezclan con el entorno y una sublime vista del mar cuya belleza se intensifica al atardecer.
Tu próxima parada te llevará a Elia, una de las extensiones de arena más enormes de Skíathos (lo cual no es poca cosa). Además, es una de las playas más solitarias de la isla. Elia cuenta con una taberna que sirve los más frescos mariscos.
Tu última parada es la playa de Mandraki, una bahía poco profunda y arenosa con agua azul verdosa, que se convierte, inmediatamente, en una de las favoritas de quienes la descubren. Recuerda traer tus propias sombrillas, bebidas y aperitivos. La hermosísima puesta de sol es razón más que suficiente para pasar el resto del día aquí.
Es casi la hora de despedirse de Skíathos, así que hoy te mantendremos cerca de Hora para que aproveches al máximo tu último día en la isla. Estás a punto de descubrir que aun estando cerca del pueblo podrás experimentar lo mejor de Skíathos.
Ningún día en Skíathos está completo sin un poco de tiempo a orillas del mar, así que dirígete a Xanemos, una playa ubicada a menos de 15 minutos en coche de Hora (cerca del aeropuerto), cuya apariencia y energía parecen sacados de la remota costa norte. Es una pequeña playa cubierta de guijarros, con aguas particularmente cristalinas que se vuelven profundas bastante rápido. Pero esto no es todo: ¡también puedes montar a caballo en la playa! Otras playas cercanas a Hora son Achladies y Kanapitsa, situadas a solo 15 minutos en la otra dirección.
Independientemente de la playa que elijas, estarás lo suficientemente cerca como para volver al pueblo y dar una última vuelta por las tiendas. Dirígete a la calle Papadiamantis si buscas llevarte a casa un recuerdo de tu estadía en Skíathos: joyas, ropa o artesanías o productos locales, tales como una botella de aceite de oliva o un tarro de miel.
No puedes pasar tu última noche en la isla de una manera que no sea deleitándote con buena comida y una dosis de vida nocturna. ¿Te gustaría agregar sabor a esta noche cenando en alguno de los restaurantes más creativos e innovadores del pueblo? Y luego, si te dan ganas de tomarte una copa, dirígete a alguno de los bares al aire libre con cojines multicolores y pufs, pide un cóctel y deja que comience la última noche de mágicos recuerdos veraniegos.
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