Élide

La larga costa que abraza el lado occidental de Élide junto a las maravillosas aguas del Jónico, pueden convertir tus veranos en un sueño hecho realidad, dejándote con ganas de un poco más de esos rayos dorados y mares límpidos. Los inigualables paisajes naturales hacen gala de una diversidad que nunca se agota, ya que cambian como si la naturaleza misma estuviera haciendo una mezcla de todos sus grandes éxitos. Comienza tu recorrido en la antigua Olimpia —la sede original de los Juegos Olímpicos—, donde la energía de esos primeros eventos deportivos aún permanece en el aire. Después de pagarle una visita al pasado deportivo de Élide, continúa tu viaje a través de los valles y las montañas hasta llegar a las maravillosas playas de la región. Hay muchos secretos por descubrir y muchas experiencias vacacionales para disfrutar en este tramo occidental del Peloponeso.

¿Qué hacer en Élide?

Zaharo, un pueblo incrustado entre los árboles

Un extremo del pueblo escala la colina, mientras que el otro atraviesa el valle hasta alcanzar una excelente playa de arena y las brillantes aguas del mar Jónico. Entretanto, los pinos y olivos crecen por todas partes.

Playas espolvoreadas con oro

Las playas de Élide se caracterizan por ser arenosas y por tener aguas cristalinas. Algunas son ideales para la práctica de deportes acuáticos, mientras que otras brindan momentos de relajación y tranquilidad. Algunas están adornadas con lirios, mientras que otras lo están con pinos. Pero hay un rasgo que muchas comparten: el honor de portar la Bandera Azul. Arkoudi, Glyfa, la playa de Kaifa, Hrisi Akti, Zaharo, Agios Andreas, Levedohori, Samiko, Vartholomio y muchas más harán de ti un aficionado al sol, el mar y la arena en muy poco tiempo, regalándote un sinfín de recuerdos de oro sólido para atesorar en casa.

Kaïafas, donde se bañaban las ninfas

Al acercarte a Kaïafas, un vasto bosque de pinos te saluda. Aquí las aguas termales fluyen desde las cuevas de las ninfas de Anigrian y Atlante. Una estrecha franja de tierra separa el mar de la laguna de Kaïafas, entretanto el islote de Agia Ekaterini reposa en el medio como una piedra preciosa. Vivirás unas vacaciones dignas de un cuento de hadas.

Pirgos, la capital

Bienvenido a Pirgos, la capital de la prefectura y su centro administrativo, financiero y comercial. Pirgos comenzó a desarrollarse en el siglo XVII, alrededor de una gran torre construida en la colina Eparheio por su fundador, Ioannis Tsernotas. Entre sus sitios de interés y atracciones principales se encuentran el ayuntamiento, el antiguo mercado municipal y el Teatro Apollo, construido en 1878 y restaurado en 1995.

Katákolo encantador

Descubre el pintoresco y pequeño puerto de Katákolo, con sus barcos pesqueros y marisquerías. Un poco más al norte, Agios Andreas tiene los mejores bares de playa de la zona, situados en pequeñas bahías que son ideales para festejar y darse un chapuzón. Y al sur comienza esa asombrosa playa, cuyas dunas de arena dorada se extienden hasta Kyparissia.

Killini

El conocido puerto de Élide, desde donde parten los barcos a las islas Jónicas, no es un lugar que puedas llegar a conocer a plenitud haciendo una simple parada. La belleza de Killini te invita a echar anclas y disfrutar de unas relajantes vacaciones en las playas, las cuales son refrescadas por la brisa jónica y enriquecidas por una lluvia de colores.

Andritsaina

Se trata de uno de los pueblos tradicionales más bellos de la espectacular cordillera de Élide. Andritsaina cuenta con casas de piedra, callejones empedrados y fuentes de piedra que arrojan agua fresca de manantial. Puedes usar el pueblo como base al hacer tus expediciones a los sitios de interés en el área, tales como el Templo de Apolo Epicurio, ubicado en Basas. Situada dentro de la propia Andritsaina, la biblioteca pública custodia con orgullo varios tomos raros y manuscritos de valor incalculable.

Las bodegas de Élide

Los viñedos de la zona organizan visitas de cata de vinos y eventos interesantes que te iniciarán en los secretos de la elaboración del vino.

El Templo de Apolo Epicurio

Al igual que el viajero Pausanias en el siglo II, tú también quedarás anonadado ante el aislado Templo de Apolo Epicurio en Basas, que significa "pequeño valle en las montañas". Según Pausanias, fue diseñado por Ictino —el arquitecto del Partenón— y construido por los habitantes de la antigua Figalia en algún momento entre los años 420 a. C. y 400 a. C. El templo está protegido de forma natural de los elementos y el ingenio arquitectónico evidenciado en su diseño sigue siendo atemporal. El primer monumento de la Antigua Grecia que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en 1986 quedará grabado en tu memoria.

El tesoro oculto de Élide

El Neda, el único río "femenino" de Grecia

El río Neda ha esculpido el hermoso paisaje entre los picos del monte Tetrazio y la bahía de Kyparissia. Desde su cabecera en el monte Lykaion, el río (el único que toma el artículo femenino en griego) serpentea a través de 32 kilómetros de empinados barrancos, mesetas frescas, exuberantes gargantas y cuevas oscuras, pasando por debajo de puentes de piedra y cayendo en cascada desde acantilados hasta llegar a su destino: el mar.

Los robustos robles de Foloi

En la meseta de Foloi, conocida por los lugareños como "el balcón de Élide" (debido a su vista panorámica), puedes encontrar uno de los más grandes y raros bosques de robles, ahora incorporado a la red Natura 2000. Piérdete en su magia, contemplando los desafiantes robles, tan colosales que parecen tocar el cielo. El bosque es relativamente plano en comparación con algunas de las áreas circundantes y, por lo tanto, extiende una invitación abierta a los excursionistas para que tomen sus hermosos senderos.

¡Ten cuidado de no molestar a las tortugas marinas!

Ubicada en la desembocadura del río Neda, la playa de Kalo Nero es el segundo lugar de anidación más importante de la tortuga marina Caretta caretta, después de Zacinto. Puedes obtener más información sobre esta especie emblemática y en peligro de extinción en los centros de información de Kalo Nero y Elea.

¿Estás listo para salir de excursión?

El río Neda siempre te deja sin aliento cuando caminas a lo largo de su curso en verano o principios de otoño. Puedes comenzar tu emocionante caminata en el pueblo de Petra.