Con un número aparentemente infinito de bahías grandes y pequeñas y destinos míticos para visitar, el Peloponeso ofrece un panorama interminable de lugares de interés para aquellos que navegan por sus costas.
El Peloponeso ("la isla de Pélope") se encuentra en el sur de Grecia, al otro lado del istmo de Corinto, el cual puedes atravesar cruzando el canal construido a fines del siglo XIX.
Y en su costa noroeste, el hermoso puente Rio-Antirio proporciona un enlace con Epiro y el resto de Grecia. Cuatro cuerpos de agua lo rodean: el mar de Mirtos al este, el mar Jónico al oeste, el golfo de Patras al norte y el Mediterráneo al sur. Si eres un entusiasta de la navegación, ¡el Peloponeso es un destino que te encantará!
Adentrándote en el Peloponeso
Navegando desde El Pireo o una de las marinas de Atenas, tu primer contacto con el Peloponeso son las playas a lo largo de la costa oeste: Loutra Oraias Elenis (los baños de la bella Helena), Korfos y el nuevo y antiguo Epidauro, con sus pequeños pueblos encantadores. Luego de pasar las islas de Hidra y Spetses en el golfo Sarónico, tus siguientes paradas son la cosmopolita Porto Jeli y la romántica Nauplia, en cuyos protegidos puertos puedes anclar tu yate. Ambas ciudades merecen una visita. Además, Drepano es un área con agua cristalina y playas increíbles.
Dirigiéndote al sur
Navegando hacia el sur, encontrarás destinos como Astros, Tyros y Leonidio/Plaka, pintorescos pueblos pesqueros con vistas al mar de Mirtos a los que puedes acceder en barco. Un poco antes de llegar al extremo sur del Peloponeso oriental, encontrarás Monemvasia, "El Gibraltar del Este", un destino imperdible para cualquier navegante. Ancla en uno de sus puertos deportivos y dirígete a la fortaleza medieval. Dentro de sus paredes, encontrarás uno de los castillos mejor conservados de Grecia, que atrae a visitantes de todo el mundo durante todo el año. La vista desde tu bote es particularmente impresionante, con la majestuosa roca gris y el castillo elevándose sobre ti. Te recomendamos pasar la noche y visitar uno de sus tantos lugares para comer y beber.
Elafónisos y Neápolis
Continuando tu viaje alrededor de la costa sur del Peloponeso, toma un desvío hacia el Cabo Malea pero con precaución, ya que las condiciones aquí cambian drásticamente. Más adelante te espera la isla de Elafónisos, famosa por su exótica playa. Al otro lado del camino está Neápolis, un puerto tranquilo que es ideal para pasar una noche y recoger suministros.
Los golfos de Laconia y Mesenia
Si eliges evitar Neapolis, en el Golfo de Laconia encontrarás a Gitión y Plitra, mientras que al otro lado de Mani, en el Golfo de Mesenia, encontrarás magníficas playas y la ciudad costera de Kalamata, que cuenta con un gran puerto y una marina deportiva. La colorida Kalamata es el lugar ideal para detenerse. Ahora zarpa para el último tramo de tu viaje. Pasarás por Finikounda y Modona, donde puedes fondear y visitar los castillos venecianos. Hacia el norte se encuentra Pilos y el Golfo de Navarino, una inmensa bahía cerrada. En Pilos, hay espacio de sobra para tu yate y mucho para explorar alrededor de la histórica bahía. Nadar en la semicircular playa de Voidokiliá en una experiencia imperdible.
La antigua Olimpia
Navegando por la costa occidental del Peloponeso, verás interminables playas arenosas. Vale la pena atracar en Katakolo, cuyo puerto tiene la capacidad de recibir hasta grandes cruceros. Atraca aquí y visita la antigua Olimpia.
Patras, Corinto y Galaxidi
Continuando por este trayecto llegarás a Patras, la ciudad más grande del Peloponeso, la cual cuenta con un gran puerto y una marina deportiva. Desde el Golfo de Patras, pasando por el Golfo de Corinto hasta el Canal de Corinto, encontrarás playas agradables y hermosos pueblitos en las costas sur y norte para explorar en velero. Pero no te pierdas Galaxidi y su gran tradición marítima. Atraca en su pintoresco puerto durante al menos una noche.
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