Kímolos

La naturaleza dio a luz a esta isla en un ataque de ira y la compensó con abundantes regalos. La isla volcánica de Kímolos —llamada Arzantiera (plata) por los venecianos—  te da la bienvenida a su manera. Guijarros coloridos y brillantes, aguas diáfanas, rocas de color blanco grisáceo cuyas formas hacen volar la imaginación, aguas termales que desembocan en playas arenosas... todos estos elementos están plasmados en una pintura de belleza singular.

¿Qué hacer en Kímolos?

Horio y el castillo

Horio, el pueblo principal a los pies del monte Ksaplovouni, te cautivará con su pintoresca simplicidad. Camina por debajo de los arcos entre casas blancas con jardines en plena floración. Luego, toma un descanso en alguno de los cafés tradicionales mientras hablas con lugareños que te recibirán con los brazos abiertos. En Platia tou Sholiou —la plaza de la escuela— admira la luna por las noches y, en la capilla de Pantokratoras, contempla la vista a las islas cercanas a cualquier hora del día. Y cuando caiga el sol, disfruta de una bebida en uno de los bares de Agora, la calle central.

La joya de Horio es su castillo medieval. Construido entre los siglos XIV y XV, consta de dos grupos de casas, los ahora abandonados Mesa Kastro y Exo Kastro, cuyas casas proporcionaron en el pasado una protección contra las incursiones piratas. Cruzar las dos puertas de Exo Kastro y Kato y Pano (inferior y superior) Porta equivale a atravesar un portal a otra época.

Los museos

Las exhibiciones del museo arqueológico te guiarán a través de los miles de años de historia de Kímolos. Hay una representación de una antigua tumba, descubierta debajo de un piso de transporte durante las excavaciones. Y en el museo del folklore, admirarás los esfuerzos realizados para mantener vivas las tradiciones de la isla, las cuales son transmitidas con amor a las generaciones futuras.

Skiadi

En la elevación de Sklavi, en medio de una meseta desnuda, hay una rara y sorprendente formación geológica. Registrado en el Atlas de monumentos geológicos del Egeo, "el hongo de piedra" debe su particular forma a la diversidad de rocas que lo componen, cada una de ellas con diferentes niveles de resistencia a los siempre presentes vientos.

Las playas de Kímolos

Ellinika

No olvides tus gafas cuando vengas a esta playa. Justo debajo de la superficie de sus aguas poco profundas se encuentra la antigua ciudad de la isla. En Mavrospilia, disfrutarás de una puesta de sol de ensueño. Y no olvides tu cámara porque la cercana Apagremna también te encantará.

Prasa

Prasa es una de las playas más impresionantes de Kímolos, gracias a sus aguas turquesas y arenas sueltas. A la entrada de la aldea se encuentran unas aguas termales. Se dice que la foca monje del Mediterráneo —rara y en peligro de extinción— busca refugio en las cuevas marinas bajo la capilla de Agios Georgios.

Gioupa y Rema

Gioupa es un pintoresco pueblo de pescadores con algunas casas y un pequeño puerto. Al final del promontorio verás el "elefante", una figura esculpida por el mar y el viento con el paso del tiempo. En algún otro momento volcarás tu atención sobre Sirmata, el lugar elegido por los pescadores para excavar cuevas en las rocas donde protegen sus botes durante el invierno. Junto a Sirmata, encontrarás una playa de guijarros, Rema, y una piscina natural de aguas azules, cuyos encantos te invitan a darte un chapuzón.

Aliki

Búscate algo de sombra bajo los tamariscos de la playa de Aliki y disfruta de un baño en aguas cristalinas. ¡Pásala bien!

El tesoro oculto de Kímolos

A navegar se ha dicho

Barcos de todo tipo están listos para llevarte a las hermosas playas y los paisajes salvajes e indómitos de Kímolos. Presenciar la cueva marina de Gerakia es una experiencia inolvidable, al igual que lo es vadear sus aguas claras y poco profundas. En Agioklima, renacerás en las cálidas aguas terapéuticas. Y en Geronikola t ’Apsila, admirarás las formaciones de roca volcánica de color blanco grisáceo.

Políegos

A solo una milla náutica de distancia, entre Kímolos y Milo, se encuentra Políegos, la isla deshabitada más grande del Mediterráneo. Este paraíso ecológico proporciona refugio a especies raras de flora y fauna mientras que sus hermosas playas —Mersini y Galazia Nera—, junto a sus exóticas bahías, atraen a propietarios de yates y paseos organizados en bote.

Los senderos de Kímolos

Si amas una buena caminata, equípate en consecuencia. Las fantásticas rutas de senderismo de Kímolos esperan por ti.