Larisa

Tesalia es para Grecia lo que las Grandes Llanuras son para los Estados Unidos de América. Sus tierras extensas, planas y fértiles, cubiertas por un mosaico de campos cultivados, hacen de Tesalia el granero de Grecia. Sin embargo, su capital, Larisa, está lejos de ser ese somnoliento y remoto pueblo agrario que tienes en mente. De hecho, es todo lo contrario. Larisa te da la bienvenida a sus calles peatonales, cafeterías, bares, restaurantes, ouzerias, tiendas, atracciones y monumentos históricos. Justo a las afueras de la ciudad, te unirás a la larga fila de visitantes que contempla la belleza del estrecho paso entre los montes Osa y Olimpo, conocido como el valle de Tempe. Y en las laderas, encontrarás una mezcla de tradición, autenticidad e ingenio en el pueblo de Ambelakia.

¿Qué hacer en Larisa?

La ninfa del Peneo

¿Cuál es la historia detrás del nombre de la ciudad a orillas del río Peneo? La leyenda dice que la ciudad debe su nombre a la ninfa Larisa, que se ahogó en el río mientras jugaba con su pelota. En realidad, Larisa significa "ciudadela" en el idioma de sus primeros habitantes —los pelasgos prehelénicos—, quienes la convirtieron en su capital tras dominar Tesalia.

Los pequeños tesoros de Larisa

Entre los sitios de interés más destacados de Larisa se encuentran la acrópolis en la colina de Agios Achillios, el gran mercado cubierto del siglo XV, los dos teatros antiguos (uno del siglo III a. C. y el otro del siglo II d. C.), el museo-monumento dedicado a Hipócrates (ubicado frente al Alkazar) y mucho, mucho más.

Tempe: milenios de aclamación literaria

A lo largo de los siglos, el valle de Tempe ha estado maravillando a todos los visitantes con sus increíbles vistas, y tú no serás la excepción. Al igual que ellos, no podrás resistir la tentación de detenerte para mirar más de cerca. Las rocas grises y verticales bordean el exuberante y estrecho valle, usado por el río Peneo como ruta de escape hacia el mar. Entra a la cueva natural de la iglesia de Agia Paraskevi (1910) y bebe del agua bendita que brota de las rocas. El sitio es considerado como sagrado desde los tiempos en que la diosa Afrodita era adorada allí. Y en el muelle debajo de un restaurante, te espera un pequeño bote para llevarte en un paseo por el Peneo hasta el puente Rapsani.

Ambelakia, donde la historia se encuentra con la tradición

Ambelakia, con sus casas de piedra con techos de tejas rojas aferrándose a la ladera de la montaña sobre Tempe, te hará sentir como si hubieses llegado a la mismísima fuente de la tradición. La verás en la hermosa plaza del pueblo, donde los plátanos dan sombra a las tabernas. La sentirás mientras caminas por los barrios de Agia Paraskevi y Agios Athanasios, entre las casas de estilo macedonio y las iglesias históricas de Agios Georgios y Agios Athanasios. La admirarás desde la impresionante mansión Svarts, uno de los edificios más llamativos de toda Macedonia. Y la experimentarás en los encantadores hoteles y casas de huéspedes.

El tesoro oculto de Larisa

La mansión Svarts (Schwartz)

Cualquiera sea la imagen que tengas de las casas de época, será superada por la imponente residencia de tres pisos de Georgios Mavros (Schwartz). Los cimientos fueron colocados en 1787 y la construcción del edificio terminó en 1798. En otras palabras, la construcción del edificio tomó ocho años y fueron necesarios tres años para pintarlo y decorarlo. Su estilo es totalmente diferente a todo lo demás que verás en otras partes de la región, ya que representa una mezcla entre lo tradicional y lo barroco, con claras influencias de Marruecos y Asia Menor.

La guarida de opio de Hasan Baba

En el pueblo de Tempe, encontrarás la guarida de opio de Hasan Baba, que constaba de una mezquita con minarete, un albergue y una cocina. Era la sede de una orden de derviches liderada por Hasan, quien era venerado como un hombre santo y sanador.

El castillo de Orias

Ubicado sobre Ambelakia, el castillo ofrece vistas panorámicas de todo Tempe. La leyenda dice que, para escapar de los turcos, la hermosísima reina Oraia saltó al abismo creado por las rocas verticales del pozo de Orias. En el punto exacto donde ella cayó nació un granado, el cual producía tres granadas huecas cada año. La verdad es que, el castillo de Oria, es uno de los lugares más bellos de la zona. Es un castillo en ruinas construido sobre rocas casi verticales, a 270 metros sobre el punto más estrecho del valle de Tempe. Su torre de vigilancia es de gran valor estratégico, pues todo se ve desde allí.