Explora los impactantes pueblos de Cefalonia

Pueblos destacados de Cefalonia

Asos

Asos, uno de los pueblos más pintorescos de Cefalonia, se encuentra en la parte norte de la isla. Sus casas de colores pastel caen en cascada por la ladera y dentro de una preciosa cala hay una playa llena de guijarros que se mezclan con el azul y el verde característicos del mar Jónico. La colina sobre el pueblo está salpicada de casas y tabernas a lo largo de la costa, que ofrecen comida al aire libre con vistas al paisaje. Asegúrate de explorar la plaza del pueblo y el castillo veneciano en lo alto de la colina. Es una caminata cuesta arriba de 20 minutos para llegar allí, pero las vistas son cautivadoras, especialmente al atardecer.

Fiskardo

También en el norte y encerrado en una pequeña bahía, Fiskardo es merecidamente otro de los pueblos más famosos de Cefalonia, ya que las casas multicolores se alzan tan majestuosas en el puerto como cuando las construyeron los venecianos en el siglo XVIII. Los barcos de pesca se mecen suavemente en el agua y las tabernas y las tiendas se alinean en la orilla, invitándote a que les prestes la atención que se merecen. Encontrarás varias playas cercanas (Emplisi, Dafnoudi y Foki), con vegetación que llega hasta la orilla y las aguas turquesas del mar Jónico engalanando el territorio. Ten en cuenta que los viajes en barco desde Léucade hacen parada en Fiskardo (así como una selección de playas de Cefalonia).

Sami

Tan bonito como cosmopolita, este asentamiento costero en el norte de Cefalonia es también uno de los puertos más importantes de la isla y recibe ferris de Patras (en el Peloponeso) y Ástaco (en el centro de Grecia). Hay mucha historia en Sami pues tiene la antigua ciudadela en lo alto del pueblo (que ofrece espléndidas vistas) que data del siglo III a. C. y la Colección Arqueológica de Sami, que es una visita obligada para cualquiera que desee aprender más sobre el pasado de Cefalonia. Te encantará caminar por el paseo marítimo, elegir una taberna y admirar las vistas del monte Enos por un lado y el mar Jónico por el otro. Mientras tanto, las visitas a playas como Antisamos y las cuevas de Melissani o Drogarati se combinan maravillosamente con una visita a Sami

Ágia Effimía

Si buscas autenticidad y belleza ideal, el pueblo costero de Ágia Effimía (a 9 km de Sami) te brinda eso y mucho más. El puerto deportivo está bien equipado para manejar más de 70 barcos y las playas como Myrtos y Agia Paraskevi están cerca. Encuentra una taberna frente al mar para un almuerzo de mariscos o siéntate a tomar un café y observar a la gente. Es el lugar perfecto para eso. Además, cada 11 de julio se celebra un festival de verano en honor al santo del pueblo, a quien el pueblo debe su nombre.

Valsamata

Si quieres un poco de aire de montaña, dirígete a Valsamata. Ubicado en la cordillera de Omalos en el corazón de Cefalonia, este pueblo es parte de una comunidad más grande que se fusionó con el vecino pueblo de Fragata. A unos 20 minutos de Argostoli, es conocido por su iglesia dedicada al santo patrón de Cefalonia, Gerasimos, y por estar rodeada por la mayor concentración de producción de uva Robola de la isla. Incluyendo los viñedos en los alrededores y la Cooperativa Agrícola del Vino de Cefalonia, aquí hay muchos destinos para armar rutas del vino. Además, a fines de agosto, se celebra un festival anual del vino con mucha comida, música y, por supuesto, vino. En las afueras del pueblo hay una selección de tabernas (no te pierdas el suntuoso pastel de carne de Cefalonia). Y puedes quemar el exceso de calorías explorando la cercana Palia Valsamata.

Destino adicional: Palia Vlachata

Hay una belleza misteriosa en Palia Vlachata, uno de los pueblos Cefalonia arrasados por el terremoto de 1953 y recuperado desde entonces por la naturaleza. Sus casas abandonadas parecen haberse detenido en el tiempo. Sin embargo, hay más en Palia Vlachata de lo que parece. Cada verano, se pone en marcha el Festival Saristra, con eventos que van desde música y artes hasta actividades para niños, proyecciones y exhibiciones, dando vida a los escombros de este pueblo fantasma. Es uno de los festivales de verano más queridos y vale la pena dedicarle tiempo si tienes la oportunidad de asistir.