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Desde la impresionante Acrópolis de Atenas hasta las tranquilas playas de Halkidiki, Grecia es una tierra de contrastes y descubrimientos. El aura de islas legendarias como Santorini y Mykonos no puede ser más diferente de los verdes y azules intensos de Skiathos y de la sensación de descubrir joyas isleñas menos conocidas como Tasos. Del mismo modo, los olivares de Creta y el Peloponeso no podrían ser más diferentes a los dramáticos paisajes de Meteora, en el norte de Grecia.
Hay tantas islas griegas que puede resultar difícil saber por dónde empezar a la hora de elegir qué visitar durante sus vacaciones en Grecia. ¿Busca algo emblemático? Islas como Creta, Rodas, Kos, Corfú y Zante (Zakynthos) hablan por sí solas. Pero hay docenas más que crecen en popularidad cada año. Naxos, Tinos, Syros, Paros, Milos, Astypalea, Karpathos, Cefalonia y Lefkada son sólo el principio. ¿Y qué decir de las nuevas? Ítaca, Paxos, Sifnos, Serifos, Amorgos, Leros, Skopelos, Spetses, Samos...
Nadie dijo que fuera fácil.
Si hablamos de ciudades griegas, Atenas y Tesalónica son dos de los mejores destinos de Europa, con una gran oferta gastronómica y un sinfín de opciones de ocio. En las playas de la Riviera de Atenas podrá incluso disfrutar de lo mejor del verano griego sin salir de la capital. Pero aquí es donde le presentamos joyas emergentes del continente, como Kalamata y Nauplia, en el Peloponeso, Ioánnina, en Epiro, y Kavala, en el norte de Grecia. ¿Quién nos iba a decir que había otras ciudades griegas por descubrir?
En Grecia hay nada menos que 19 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: la antigua Delfos, la antigua Olimpia, Micenas, Epidauro, Mystras, el Monte Athos, el Templo de Poseidón en Sounion... la lista es larga. Todo el casco antiguo de Corfú y la ciudad medieval de Rodas son lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y una vez que los conozca, entenderá por qué.
O quizás quiera encontrar a su Teseo interior en el Palacio de Cnosos, en Creta. El asentamiento más famoso de la civilización minoica de Creta, de 4.000 años de antigüedad, fue también el lugar del laberinto del rey Minos, donde Teseo mató al legendario Minotauro y se fugó con la hija del rey, Ariadna.
Y luego están las escapadas naturales que ofrecen tantas actividades al aire libre. Por decirlo así, alrededor del 80% de Grecia es montañosa y hay lagos, gargantas y humedales en cada rincón. El Monte Olimpo y el Pelión son paraísos que mezclan naturaleza y mito como en ningún otro lugar, y lugares como Zagori, en Epiro, y el desfiladero de Samaria, en Creta, son de otro mundo. Asimismo, el lago Kerkini y los lagos de Prespes son lugares predilectos para la observación de aves en el norte, al igual que Messolongi lo es en el oeste. Y Arachova y Kalavryta son fantásticas escapadas de montaña a pocas horas en coche de Atenas que también cuentan con centros de esquí.
Y esto es sólo el principio.
¿Qué se siente al tener toda Grecia al alcance de la mano?